“Día del Recuerdo” desde hace 100 años

La historia de la amapola como el símbolo de la ceremonia de conmemoración del “Remembrance Day” se remonta a una batalla que tuvo lugar en un campo cubierto de amapolas en Flandes, durante la Primera Guerra Mundial.

 En 1915, un oficial médico voluntario, John McCrae, se inspiró en las amapolas para escribir  el poema “In Flanders Fields” (En los campos de Flandes) después de presenciar cómo florecieron las amapolas en los campos de batalla y sobre las tumbas de los caídos. Dos días antes del armisticio, el poema inspiró a Moina Michael a llevar una amapola en recuerdo de los muertos en la guerra. Ella a su vez inspiró a Madame Guerin a vender amapolas hechas a mano en torno al Día del Armisticio para ayudar a los veteranos y sus familias. La tradición sigue siendo tan  importante hoy como ayer.

Desde 2012 The Royal Mint ha acuñado una moneda especial para Alderney que muestra una amapola, un símbolo bien conocido del recuerdo a los que murieron en la Gran Guerra, diseñada por Emma Noble. 

La emisión de este año, acuñada en plata de 925 milésimas, calidad proof, pesa 28’28 gr., mide 38’61 mm. y cuenta con una tirada simbólica de 2.014 ejemplares.

En el anverso se incluye el retrato actual de la reina Isabel II creado por Ian Rank-Broadley y en uso en muchas monedas circulantes y conmemorativas desde 1998. Rodea la leyenda con el nombre del país emisor “Alderney”, el valor nominal “Five Pounds” (Cinco Libras), el nombre de la soberana británica “Elizabeth II” (Isabel II) y el año de emisión “2014”.

En esta ocasión, el reverso de la moneda de 2014 ha sido diseñado por Laura Clancy. La imagen muestra reminiscencias de los pétalos de amapola que caen sobre los que estaban reunidos en el Royal Albert Hall para el festival anual de la Memoria, el diseño cuenta con la caída de las amapolas y es terminado con la simple leyenda “Remember the Fallen” (Recuerde a los Caídos), una llamada conmovedora para asegurar que el sacrificio de los que se perdieron en el servicio de su país nunca se olvida. 

Hay que destacar las capas de proceso de impresión tricromática del color para capturar todos los detalles del vibrante color rojo de la amapola, que ha sido usado como un homenaje a los que perdieron la vida en conflictos desde el final de la Primera Guerra Mundial.