Pese a que muchos coleccionistas nos habéis preguntado por su puesta en circulación, tenemos que informar que el nuevo billete tardará en estar al alcance de todos, debido a las dificultades derivadas de la salida de los proveedores de servicios de cajeros automáticos y puntos de venta occidentales por la guerra en Ucrania.
Así lo han confirmado medios locales, pese a su presentación en sociedad por parte del Banco Central de Rusia, mostrando el nuevo billete de 100 rublos, que representa la Torre Spasskaya del Kremlin en el anverso y el Monumento a Rzhev al Soldado Ruso en el reverso.
Cabe recordar que los principales fabricantes de terminales de puntos de venta y cajeros automáticos de EE.UU., NCR y Diebold Nixdorf, abandonaron el país por la invasión de Ucrania.
“Dada la situación geopolítica, es difícil imaginar que el desarrollo del mercado ruso sea una prioridad”, ha sostenido Kommersant, por lo que es muy complicado que los nuevos billetes se puedan usar debido a la negativa de los proveedores a emitir actualizaciones para ellos.
Por su parte, el director del Banco Central, Sergei Belov, considera que los cajeros automáticos y las cajas registradoras rusas tardarían entre seis meses y un año en actualizar el equipo que reconocería los nuevos billetes, mientras que la Asociación de Bancos Rusos, una ONG que representa los intereses de 145 miembros, ha solicitado formalmente retrasar la introducción de los nuevos billetes.
Y es que se estima que el 60% de los cajeros automáticos rusos y todas sus cajas registradoras son importados, por lo que ha extrañado sobremanera este lanzamiento, sobre todo porque Rusia introdujo por última vez una moneda de nuevo diseño en denominaciones de 200 y 2.000 rublos en 2017, mientras que ahora ha presentado este nuevo billete y, por lo que sabemos, el Banco Central planea introducir los de 1.000 y 5.000 rublos en 2023.