Según ha informado este lunes la Subdelegación del Gobierno en Segovia, los hechos ocurrieron el pasado 18 de junio durante un dispositivo realizado en el marco del "Plan de Actuación contra hechos delictivos, y en prevención del tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas" de la Comandancia de Segovia.
Los agentes pararon a un turismo de color gris, marca Toyota y modelo Corolla, en el kilómetro 60 de la AP-6 y vieron que portaba en su interior una maleta negra de grandes dimensiones, que abrieron para descubrir en su interior una caja de madera, de gran peso y cerrada con tornillos.
Al abrir la caja, observaron una tira de papel en la que estaban impresos 54 billetes de 200 euros, aparentemente falsos, folios de color blanco, guantes de látex, herramientas para cortar papel, una botella de disolvente y una ampolla con el mismo producto, herramientas todas para trabajar el papel timbrado.
La Guardia Civil detuvo entonces al conductor, que tiene su residencia en Torrejón de Ardoz (Madrid), como el presunto autor de un delito de falsificación de moneda y efectos timbrados y lo puso, junto a las diligencias policiales, a disposición del Juzgado de Guardia e Instrucción numero 2 de Segovia.
Con esta intervención, según ha señalado la Subdelegación del Gobierno, se ha podido evitar que se cometiera algún tipo de estafa, como el timo del negativo o de los billetes tintados.
Este consiste en que el timador hace creer a la víctima que posee grandes cantidades de dinero que ha tenido que sacar de forma clandestina de su país de origen y que los billetes se han ocultado bajo una capa de tinte blanco o negro, que desaparece al limpiarlos con disolvente.
Otra versión del timo consiste el demostrar que, si se pone un billete real entre dos papeles blancos, con el uso del disolvente y por el efecto de la emulsión, los papeles se convierten en nueva moneda.