Se trata de billetes de una cuantía elevada para un país en el que el sueldo mínimo interprofesional apenas alcanza los mil euros.
No es de extrañar que, desde el comienzo del euro, se haya tenido la imagen de que estaban destinados a actividades de blanqueo o ilegales.
De hecho, los billetes de 500 euros ya están siendo controlados y retirados de la circulación de forma que prácticamente no nos enteramos, ya que no son de uso habitual.
Raro es el establecimiento que los admite a la hora de pagar, lo que ha hecho de su uso prácticamente nulo.
Hablemos de cifras
En mayo de 2021 había un total de 16,9 millones de billetes de 500 euros -unos 8.450 millones de euros-, lo que supone un 1,74% menos respecto al mes anterior -8.600 millones de euros-, y un 16,7% si tenemos en cuenta la cifra del ejercicio anterior -10.150 millones-.
Hoy en día únicamente circulan los billetes emitidos antes del año 2019, cuando el Banco de España dejó de fabricarlos a tenor de las recomendaciones del Banco Central Europeo (BCE).
"Estos billetes mantendrán su valor indefinidamente y podrán cambiarse en los bancos centrales nacionales de la zona del euro en cualquier momento", señaló en aquel momento el BCE, aunque olvidó mencionar que desde entonces solo los bancos, las oficinas de cambio de moneda y las compañías de transporte de fondos son los únicos que pueden manejarlos.