Y así lo ha anunciado su cofundador, Vitalik Buterin, a través de su perfil en Twitter:
La 'fusión' de Ethereum es una actualización del software de la blockchain de esta conocida criptomoneda, que ahora marchará con un protocolo de consenso Proof of Work (PoW), de Prueba de Trabajo, a uno Proof of Stake (PoS), o lo que es lo mismo, de Prueba de Participación.
En la web oficial de Ethereum lo cuentan de la siguiente manera: "Imagina que Ethereum es una nave espacial que no está lista para un viaje interestelar. Con la cadena de baliza y las cadenas de fragmentos, la comunidad ha construido un motor nuevo y un casco más duro".
Cuando llegue el momento, "la nave inicial se acoplará con este nuevo sistema para convertirse en una sola nave, lista para viajar muchos años luz y enfrentarse al universo".
Eneko Knörr, fundador de Onyze, considera que es un paso más que necesitaba dar la red de Ethereum "porque se ha ido dejando comer la tostada, por su lentitud, y por lo caro que es hacer transacciones".
En la propia web oficial confiesan que Ethereum, en la Prueba de Trabajo, consume 73,2 TWh al año, o lo que es lo mismo: el equivalente energético de un país mediano como Austria.
Con el paso a Prueba de Participación, el consumo energético de Ethereum descenderá en un 99,95%, con un coste equivalente "a tener un ordenador doméstico para cada nodo de la red".
Buterin por su parte ha asegurado en Twitter que el consumo energético mundial se reducirá en un 0,2%: