El ministro de Economía, Amado Boudou, ha ordenado a su Ministerio preparar una propuesta para comprar Ciccone Calcográfica y aumentar la oferta de billetes, ya que por una reciente decisión judicial el Grupo Boldt debe devolver esa planta impresora a Ciccone a finales de febrero. Ciccone Calcográfica es un taller privado con experiencia en la impresión de moneda para terceros países y otros valores como cheques y bonos públicos.

La reciente designación de Katya Daura como presidenta del directorio de la Casa de la Moneda es la primera de las medidas que toma el ministro de Economía, Amado Boudou, para monopolizar la impresión de billetes en Argentina. Es probable que en los próximos días el gobierno haga una oferta a la familia Ciccone para quedarse con la mayor planta impresora ubicada en la localidad bonaerense de Don Torcuato.

En abril de 2010 el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, aprobó el “Plan de Acción y Presupuesto” de la “Sociedad del Estado Casa de Moneda”. En ese entonces se aprobó también el proyecto denominado “Casa de Moneda: equipamiento línea de billetes de banco”, que implicaba un desembolso de casi 570 millones de pesos. Lo cierto es que la partida nunca se ejecutó y eso tal vez generó la crisis de la falta de billetes de fines del año pasado y principios de este año. La resolución es la 153/2010 de Hacienda, y en ella se señalaba que el Estado Nacional podría adquirir una nueva planta que tenía como objetivo “acelerar el ritmo de impresión de papel moneda a partir del año 2010.
La estimación era que la puesta en marcha se podría hacer a partir del cuarto trimestre del 2010, para de esa manera normalizar la oferta de billetes del BCRA por una mayor demanda. Lo cierto es que la partida nunca se ejecutó, por lo tanto el Gobierno tiene ese dinero que no utilizó y lo podría usar este año.
La Casa de la Moneda y el Banco Central de la República Argentina tuvieron que buscar en el exterior ofertas para la impresión de billetes, logrando finalmente llegar a un acuerdo con la Casa de Moneda de Brasil para imprimir unos 160 millones de billetes de 100 pesos que aún no han llegado en su totalidad a Argentina, lo que ha provocado en los últimos meses un enorme problema de desabastecimiento monetario.