La onza de oro cotizó en esos momentos los 1.787 dólares en el mercado de Londres y acumulaba una escalada superior al 36% desde finales de enero. La volatilidad reinante en los mercados de renta variable, sumada a las dudas sobre la economía de Estados Unidos y la recuperación de los países de la zona euro están potenciando el valor del oro como valor refugio en las últimas semanas.
El metal áureo había escalado casi un 7% de rentabilidad esa semana y nada menos que un 20% desde junio.
El oro ya comenzaba el miércoles día 10 a marcar su tercer récord consecutivo, en su mayor escalada desde el 2008, debido a que el desplome en las acciones de bancos franceses alimentó el nerviosismo de los mercados financieros, hundiendo a Wall Street. El oro subió hasta un 3% marcando un nuevo máximo cercano a los 1.800 dólares la onza, ante las preocupaciones de que Francia puediera ser el próximo país con calificación crediticia “AAA” en ser degradado.
El oro al contado subió casi un 3%, a un máximo de 1,796.86 dólares la onza. A las 16’00h., el lingote subía un 2.3%, a 1,784 dólares. Entonces fue cuando en Nueva York los futuros del oro para agosto superaron los 1.800 dólares la onza antes de retroceder.
Mientras tanto, la plata subía a 38’52 dólares la onza. l platino, a 1.748’74 dólares la onza. Y el paladio caía a 721’22 dólares la onza.