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La impresión de billetes de la American Bank Note Company para el Banco de España

Contrato y documentación de la emisión de 1 de julio de 1876

Contrato y documentación de la emisión de 1 de julio de 1876
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:47h

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ND© La prestigiosa firma española de ámbito internacional Cayón Subastas remata el próximo día 16 de septiembre (en el segundo día del magnífico remate que presenta) un lote de gran interés histórico notafílico. El lote lo conforman el contrato original firmado entre el Banco de España y la American Bank Note Company suscrito el 23 de julio de 1875 para llevar a cabo la emisión de la serie de 1 de julio de 1876, así como más de una docena de cartas manuscritas del antes, durante y después del contrato. (Leer +)

Se presenta el lote con un extenso trabajo introductorio de las comunicaciones a finales del siglo XIX para ponernos en situación, y a continuación aborda la casa de subastas un detalle del contenido de las cartas así como un resumen de las mismas del que Numismático Digital les presenta lo que sigue.

¿Quién es quién en las cartas?

Banco de España (BE). Por Ley de 28 de Enero de 1856 se transformó el antiguo Banco Español de San Fernando con la nueva denominación de Banco de España. El de San Fernando nació de la fusión del Banco Español de San Fernando y el Banco de Isabel II en 1847. Previamente el de San Fernando había surgido como transformación del Banco Nacional de San Carlos.


Casa Palacio de los Cinco Gremios en Madrid (en la actual Plaza de Jacinto Benavente), primera sede del Baco de España en 1876.

En 1874 tomó el privilegio de exclusividad de los billetes en España. Desde entonces la iniciativa privada del sector bancario quedó anulada y extinguida, dándose opción a los demás bancos de permanecer como comerciales (sin privilegio de emitir billetes) o de integrarse en el BE como sucursales. España fue de los países cuyo sistema no se regía por el patrón oro.

Será en 1921 cuando se regula la ordenación bancaria, estableciendo un rígido sistema financiero y situando, sin duda ni espejismo alguno, al BE como el banco central.

El periodo de estas cartas (1875 y 1876) es un momento crucial para el BE. Recién asumido su poder exclusivo de emisión de billetes, debe satisfacer la demanda de los mismos por lo que requiere una capacidad de fabricación y seguridad que aún no puede cubrir en su totalidad por la complejidad y el volumen. Por esto acude a empresas extranjeras para llevar a cabo la fabricación de billetes.


Manuel Cantero de San Vicente, gobernador del Banco de España y firmante del contrato con la American Bank Note Company.

Gobernador del BE. Manuel Cantero de San Vicente (Madrid, 1804-1876). Reputado economista y político del segundo tercio del siglo XIX. Diputado, senador, acabo siendo nombrado gobernador del BE en octubre de 1868. Cargo que ocupó hasta su muerte el 6 de diciembre, una semana más tarde de la última carta de este lote.

Firma varias cartas del lote y, naturalmente, el contrato suscrito con la ABNC.

 

Consejero del BE. Adolfo Bayo y Bayo (Madrid, 1831) formó parte del Consejo de Administración del BE. Banquero, político (senador real, diputado...) y escritor, de familia acomodada y linaje de políticos. Parece ser padre de un hijo ilegítimo; Ciro Bayo, carlista, escritor y amigo de Pío Baroja, Unamuno y Azorín.

Fue encargado de llevar a cabo la búsqueda de una compañía que pudiera producir urgentemente la emisión de una serie. Aunque, como veremos más adelante, bien pudo tener demasiados enemigos o demasiado ímpetu y celo en iniciar el negociado con la ABNC. En los días de más intensidad para cerrar el acuerdo desaparece de escena con la excusa de requerir cuidados médicos que le ofrecían en un balneario fuera de Madrid.

 

Director de la sucursal de Santander del BE. Manuel de la Escalera. Es el encargado de recibir los distintos envíos que desde Nueva York son remitidos a Santander (según lo acordado en el contrato) vía Liverpool. Firma varias cartas confirmando la recepción al vice-presidente/manager de la ABNC e informa de los envíos de los billetes a Madrid.


Sala de Grabado e Impresión de la American Bank Note Company en Nueva York.

American Bank Note Company (ABNC). Ésta surgió como respuesta a la crisis de 1857, conformándola siete de las más importantes firmas de imprentas de seguridad. El 29 de Abril de 1858 constituyeron su domicilio social en Nueva York, moviéndose al 55 de Wall Street para estar en el centro financiero y bancario norteamericano. Pronto, a partir de 1862, el liderazgo que asumió la ABNC en el mercado norteamericano tuvo proyección internacional. En 1867 se trasladarían al 142 de Broadway, esquina Liberty Street, ubicación en la que el BE le contactaría para llevar a cabo la mencionada serie de 1876. Así consta en los sellos de registro de entrada de la documentación.

 

Otro hito memorable de la compañía norteamericana, actual American Bank Note Corporation, fue la elaboración del nuevo dinero ( Travelers Cheques ) para un cliente suyo, American Express. Ese primer encargo que hizo facturar a AMEX más de 9.000 dólares entonces, actualmente genera una cifra de negocios que supera los 24.000 millones de dólares.

 

Presidente de la ABNC. Albert G. Goodall. Sin duda alguna un vendedor nato, gran conocedor de técnicas comerciales, así como de su negocio (la fabricación de billetes, sellos, etc. y lograr acuerdos que lleven ingresos a la compañía que preside). Debía tener una gran oratoria, agallas y un carácter comercial muy agudo. Pronto advierte que hay mucha competencia, el juego sucio, los hilos que debe mover, cómo presionar... Logra su objetivo cuando todo parece perdido y abre puertas que parecen cerradas. Firma varias cartas que puntualmente informan a Nueva York de lo que hace, percibe, piensa, las distintas acciones que lleva a cabo. Firma el contrato con el gobernador del BE y varias cartas que envía a su compañía informando puntualmente de lo que va sucediendo, incluyendo jugosas anécdotas y referencias de la negociación.

 

Vice-presidente/Manager de la ABNC. Parece leerse C. L. Van Gandt en las firmas. Recibe la puntual y detallada información de Goodall. Da el visto bueno a todas las cartas (lo interpretan como VºBº el hecho de firmar las cartas que recibe la ABNC remitidas por Goodall), lo que parece indicar que recibe las cartas y es el encargado de informar al Consejo de la ABNC. También recibe las cartas de Manuel de la Escalera, es decir es el encargado de llevar a efecto el envío de billetes desde Nueva York a Santander.

Bradbury Wilkinson and Co. Empresa fabricante de billetes sita en Londres. Se creó en 1856 y fue absorbida en 1986 por la compañía inglesa De La Rue que llevaba en el negocio desde 1821 y continúa en activo. Competencia directa de ABNC. Recibía encargos del BE y de otros bancos a nivel mundial. España era un nicho de mercado importante para ellos (y lo será más aún en el siglo XX) y mantiene contactos e influencias a altos niveles. Aunque pierde esta contratación y la imagen que nos ofrece Goodall respecto de sus artes son más que discutibles, realmente es la ganadora final ya que durante el siglo XX llevó a cabo numerosos trabajos para el BE.

 

Ideas y resumen del contenido de las cartas

 

La primera idea clara, había una feroz lucha competitiva entre las empresas de grabado (Bradbury Wilkinson y ABNC). De hecho se menciona cómo la ABNC le ha quitado negocio en Grecia y Brasil. Bradbury parece tener de su parte al sSubgobernador del BE a través de la amistad que su agente comercial mantiene con el mismo (Goodall dice intereses particulares, señalando claramente a un conflicto de intereses). La Bradbury (a través del subgobernador) lanza feroces ataques a la ABNC poniendo en duda su profesionalidad, la facilidad con la que se falsifican sus billetes y perlas que no son del gusto de Goodall.

La segunda, la ABNC hace honor a la fama de empresarios comerciales agresivos de los norteamericanos. Goodall no va a permitir que el negocio se le escape, e insiste en aumentar la emisión que se contrata, defiende los intereses de su compañía y además tiene tiempo para abrir la posibilidad de un negocio en la fabricación de sellos. Debió ser convincente en la reunión que finalmente logra con el Consejo del BE ya que tornó la decisión que tenía el Gobernador logrando hacerse con el contrato.

La tercera, la preocupación de los bancos, y por supuesto no iba a ser menos el BE, con la seguridad de los billetes.


Contrato original firmado por el gobernador del Banco de España y por el presidente de la American Bank Note Company el 11 de agosto de 1875, que sale a puja el 16 de septiembre de 2011 en Cayón Subastas a partir de 10.000 euros.

Bayo muestra el interés del BE en contratar con la ABNC la fabricación de una emisión de 3.000.000 de billetes, en tres series (100, 500 y 1.000 pesetas).

Goodall, tras el intercambio de impresiones por carta y una posible reunión en Londres, finalmente llega a Madrid a primeros de julio de 1875. Trae consigo una propuesta y modelos para cerrar el acuerdo con la idea de hacer 2.000.000 de billetes.

Sin embargo, pronto advierte que hay competencia, no va a ser fácil. Esta competencia, la Bradbury, no puede permitir seguir perdiendo mercado y lanza una gran ofensiva, al menos eso parece, a través de la influencia que ejerce sobre el Consejo del Banco de España. Es más, el propio Banco de Inglaterra recela de los norteamericanos y aconseja al gobernador del BE que cierre el acuerdo con la compañía inglesa.

Tras tratar el BE de darle largas a Goodall (no le reciben y cancelan hasta tres citas), éste logra llegar hasta el Consejo. Pero sin preámbulo alguno, le comunican que no van a firmar con ABNC ningún contrato. Goodall revienta y lo (cuenta en la carta de 20 de julio) dice al Consejo que se ha dejado ofuscar por oscuros intereses que atacan a la ABNC, perjudicándole gravemente, y casualidad, favoreciendo a la Bradbury, apuntando claramente a un conflicto de intereses de alguna figura del Consejo en este asunto. Además argumenta al honor y palabra del BE y de Bayo.

El gobernador debió quedarse boquiabierto al oír (eso parece decir la carta) que Goodall argumentó que el subgobernador le describía como viejo fósil de setenta años , sin poder alguno y mero complemento ornamental del BE. Además el gobernador expone a Goodall, como argumento o excusa, que Bayo ha podido excederse e incluso actuar por libre cuando le contactó.

Tras la dura reunión del día 13 de julio de 1875, el 14 le solicitan un presupuesto definitivo. Después de tres días de consideraciones privadas del Consejo se resolvió contratar con la ABNC. Es decir, tras esa reunión algo grave debió suceder. Goodall dio la vuelta a la situación; el gobernador le había comunicado que no firmarían con ellos, y les convenció con sus argumentos, algunas insinuaciones y acusaciones muy graves. El hecho de haber dado la vuelta a la decisión del gobernador parece cargar de razón lo que expone Goodall en sus cartas a la ABNC.

Goodall y Cantero de San Vicnte firmaron el contrato el 23 de julio. Finalmente, en lugar de 2.000.000 de billetes, se acuerda la fabricación de 1.000.000 y tras fijar las estipulaciones (técnica, papel, motivos de la serie, protocolo de seguridad, envío, pago...) se da la orden de empezar el trabajo. Tras distintas pruebas y muestras, se aprueban las mismas y se procede a la fabricación.

Aún habiéndose fijado de plazo de entrega enero de 1876, tras la travesía, recepción y examen del producto, se finaliza el acuerdo con los billetes en Madrid a mediados/segunda mitad de noviembre de 1876. Diez meses de retraso, pero con solo tres errores en el producto final, los tres en la denominación de 100 pesetas.


1 de julio de 1876. 100 pesetas. Prueba calcográfica marrón, a subasta por 600 euros por la firma Cayón.

Fabricación de billetes

El contrato se firmó el 23 de julio de 1875.

Sabemos que Goodall esperaba salir de Liverpool hacia Nueva York el 14 de Agosto. Por lo tanto, no es hasta finales de agosto o primeros de septiembre cuando las oficinas del 142 de Broadway de la ABNC reciben los modelos del BE. Desde entonces hasta las planchas (láminas) definitivas pasan 4 meses.

El 11 de enero de 1876 se comunica la aprobación del BE de los especímenes y pruebas. Esta carta tiene registro de entrada de la ABNC el 16 de enero de1876.

En tres meses y medio (mediados de enero 1876 a finales abril/primero de mayo) fabrican la primera partida, sino la totalidad; como máximo habrían terminado a finales de julio (cinco meses).

El primer envío de los billetes llegó antes del 10 de mayo de 1876 a Santander. El último envío antes del 15 de agosto de 1876.


Prueba calcográfica del reverso en papel. SC. Rarísimo. Por 700 euros saldrá a puja en Cayón Subastas el 16 de septiembre de 2011.

Envíos

Con la documentación que tenemos parece que hubo cinco envíos.

El primero de 6 cajas (carta de 10 de mayo).

El segundo de 5 cajas (13 de junio). Estas 11 cajas se envían a Madrid el 13 de junio según señala el director de la sucursal de Santander.

El tercer envío son otras 5 cajas numeradas 12-16, lo que cuadra con lo anterior. Carta de 6 de julio.

Luego tenemos constancia de otro envío de 5 cajas antes del 3 de agosto.

Y por último otro de 7 cajas (referidas como las últimas) el 15 de agosto.

Tal vez puede escaparse alguno... pero la cronología cuadra perfectamente y por lo tanto entendemos que hubo estos cinco envíos. Prácticamente uno al mes en los cuatro primeros, y el último solo dos semanas más tarde.

Por lo tanto, podría haberse trasladado el 1.000.000 de billetes en 28 cajas.

Por otro lado, parece que desde Santander a Madrid (la sede del BE estaba en Atocha) hubo al menos dos envíos, tal vez los únicos. El primero el 13 de junio y el siguiente en agosto.

En ningún caso se hace mención a la entrega de las planchas.


Prueba calcográfica verde del reverso en papel. SC. Excepcional. Rarísimo. Saldrá a subasta por la firma Cayón en 1.500 euros.

Lapso de la relación

Desde que se inicia el contacto por Bayo hasta la finalización tras el visto bueno del BE y el pago por el trabajo tras el examen del producto, transcurren 20 meses (marzo/abril de 1875 hasta diciembre de 1876).

 

Precio

El Banco de España pagó 5.000 libras esterlinas.

Sirva como referencia que la onza de oro eran 4 ¼ libras esterlinas (lo que nos arroja un equivalente de unos 36,5 kilos de oro lo pagado por el BE en esta operación). En dólares serían unos 20 por onza; mientras que la onza de plata cotizaba a menos de 1,4 dólares. En España, el kilo de oro oscilaba entorno a las 3.100 pesetas, y el de plata 200 pesetas.

El Alto Comisionado inglés del Pacífico Occidental (Fiji, Tonga, Samoa, Islas Marshall, las Carolinas, Nueva Inglaterra, Nueva Guinea…) tenía un presupuesto de 5.000 libras anuales para la gestión de tan amplia zona.

Otros precios en 1876: suscripción anual a un periódico en Madrid, 35 pesetas; entradas a los toros en Madrid 2,5 pesetas barrera sol y 6 en sombra; discos para gramófonos entre 2 y 8 pesetas.


Prueba calcográfica verde del reverso en papel. SC. Rarísimo. A la venta en Cayón Subastas a partir de 1.000 euros.

Examen de los billetes

La última carta de Goodall referida sitúa el último envío el 15 de agosto de 1876. Desde entonces hasta mediados de Noviembre (la carta del gobernador del Banco de España es del día 29) han transcurrido tres meses. Ese lapso es el que ocupa el envío a Madrid de la segunda y última expedición, y el examen del 1.000.000 de billetes (más de mil libros conteniendo cada libro 250 hojas).

El contrato habla de “ colocación de estampillas ”. Sin duda debe referirse a la estampación de las firmas, tres por billete (Gobernador, Interventor y Cajero). Se había pensado en alguna ocasión, sin duda erróneamente, que dichas firmas en esta serie se hicieron en el taller de fabricación. Sabemos con seguridad ahora que debieron estampillarse entre septiembre y octubre de 1876 en el Banco de España (calle Atocha), aunque los billetes se pusieron en circulación entre 1883 y 1884 (no creemos que el BE esperase hasta entonces a estampillar).

 

Cambios del acuerdo

1.- En lugar de 542 libros de 500 hojas cada uno (serían cuatro billetes por hoja), los libros finalmente son de 250 hojas cada uno, así que debieron remitirse 1.084 libros (si fueron 28 cajas, cada caja contendría unos 38/39 libros; es decir 38.000 billetes cada una).

2.- La numeración indicada en el contrato es de seis dígitos con punto de separación en los miles. La emisión que conocemos son seis dígitos sin punto.

3.- El plazo de entrega del contrato se fijó en enero de 1876. Es entonces cuando se envían las pruebas y especímenes que son aprobados definitivamente por el BE. La entrega se realizará en agosto, son siete meses de retraso.

4.- El contrato indicaba que el envío de los billetes se realizase a Santander o Londres. Vemos que la ABNC optó por Santander. Hasta allí entendemos que sería más coste para la ABNC que el envío a Londres. Tal vez fue algo que se acordara por el retraso en la entrega.

5.- El contrato señalaba que el envío se realizase en una o dos expediciones. Sin embargo contamos al menos cinco. Sí contamos dos, al menos, desde Santander a Madrid.


1 de Julio de 1876. 100 ptas. Prueba calcográfica de la orla y viñeta central del tipo del anverso en papel. SC. Excepcional. Rarísimo. A puja en Cayón Subastas por 600 euros.

Relación Banco de España- American Bank Note Company

Finalmente, la American Bank Note Company llevó a cabo dos trabajos para el Banco de España. Del que tratan estas cartas y contrato es el primero, la serie de 1876. El segundo y último, la serie de enero de 1884. Esta segunda serie se contrató el 25 de octubre de 1883 y aunque debió incluirse también la destrucción de las láminas (planchas) de los billetes, la ABNC usó parte de las mismas, algunas viñetas, en otros trabajos de otros bancos.

Además coincidió la puesta en circulación del primer trabajo (la serie de 1876, según BE comenzó su circulación entre 1883 y 1884) con este segundo contrato. Y al poco hubo falsificaciones de billetes, sobre todo de 100 y 500 pesetas. De hecho el de menor denominación se retiró de la circulación en 1886, parece ser que no estuvo en circulación siquiera tres años.

El uso de viñetas, y entendemos que también las falsificaciones, causaron un enorme malestar en el Banco de España decidiéndose no volver a contratar con la American Bank Note Company. Es decir, las acusaciones que recaían, según consta en las cartas, sobre la ABNC en cuanto a imitaciones y poca profesionalidad (recordemos que se hacía mención a determinados problemas en América del Sur), parece que no eran, finalmente, invenciones sin fundamento.

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