ND© El Ministerio de Finanzas de Japón ha decidido emitir monedas conmemorativas para el gran proyecto de reconstrucción del gran terremoto que asoló el Este del país hace un año. La emisión estará compuesta por monedas de oro conmemorativas con valor de 10.000 yenes y de plata de 1.000 yenes, que serán emitidas en 2015. (Leer +)
Las monedas conmemorativas se emitirán en cuatro series, de las que ya han avanzado los motivos de la primera serie. Los diseños para la serie de segunda, tercera y cuarta serán seleccionados mediante concurso público organizado por el Ministerio japonés de Finanzas y la Casa de Moneda de Japón, Ceca de Osaka.
La emisión con valor de nominal de 10.000 yenes está acuñada en oro de 999 milésimas, con diámetro de 26 mm. y peso de media onza, 15’6 gr.
En esta primera serie, la moneda de oro reproduce en su anverso un pino solitario que sobrevivió al tsunami en Rikuzen Takata, Prefectura de Iwate, alrededor del que vuelan unas palomas. El árbol, bautizado por los residentes como “Pino del milagro” se ha convertido en un símbolo de la reconstrucción de la ciudad. Aparece también la leyenda “Gambaro Nippon” (Vamos a mantener el ritmo, Japón).
El reverso muestra las siluetas de las islas que fueron asoladas por el Tsunami, sobre las que sobrevuelan tres palomas. Las leyendas hacen referencia al país emisor, Japón, y al valor facial, 10.000 yenes.
En la ciudad costera de Rikuzen Takata (Japón), una de las muchas que fueron azotadas por el tsunami, sigue creciendo un pino que fue el único en resistir el desastre natural.
Dicha localidad contaba con 70.000 pinos plantados en un arco de dos kilómetros de longitud. Tras el seísmo destructor, seguido por un potente tsunami que golpearon Japón el 11 de marzo de 2011, un pino fue el único que resistió el embite de la ola gigante. Todas las construcciones, excepto una docena de edificios de hormigón, fueron arrastradas por las aguas
El portavoz del Ayuntamiento de Rikuzen Takata, Tomohiro Owada, dijo en su día que “una vez que hayan terminado las operaciones de los socorristas, tenemos planeado conservar el pino como un símbolo de nuestra reconstrucción” y agregó que ese árbol “es un milagro”.
La gente de esta ciudad, que es un balneario costero, dice que esos árboles son muy especiales para las personas de aquellos lugares. Señalan que este árbol que quedó en pie va a ayudar a los supervivientes de la catástrofe a superar sus traumas.
Los pinos de la playa de Rikuzen Takata habían sido plantados desde el siglo XVII para proteger del viento a sus habitantes. El balneario atraía a miles de turistas anualmente.
Alrededor de 27.000 personas murieron y unas 270.000 se quedaron sin hogar como resultado del seísmo destructor y tsunami que se produjeron en Japón.