“Sólo se sabe que existen cinco pieza de 5 centavos de 1913 “Head Liberty”, y de ellos, sólo tres están en manos privadas y potencialmente disponibles para la adquisición”, dijo Doyle. “Para Blanchard, el haber tenido un papel principal en la venta de un ejemplar es un honor excepcional.”
Las otras dos monedas de cinco centavos 1913 “Liberty Head” están en las colecciones de museos. Una encuentra en la Colección Numismática del Museo Nacional de Historia Americana, el famoso Smithsonian Museum; y la otra pieza, en el American Numismatic Association's National Money Museum, en Colorado Springs, Colorado.
“Esta moneda es para los numismáticos lo que la Mona Lisa es para el mundo del arte”, dijo el representante de Blanchard, quien negoció la venta del preciado níquel.

En el anverso de la moneda figura la Cabeza de la Libertad y la fecha de 1913, mientras que en el reverso aparece la cifra en 5 en número romano “V”. Las únicas monedas de cinco centavos con este diseño y la fecha, se cree que fueron acuñadas subrepticiamente por un empleado de la Casa de la Moneda de Estados Unidos, Ceca de Filadelfia, en 1913. Si bien, las piezas no aparecen públicamente hasta 1919, en posesión de un ex funcionario de la ceca.
En 1972, un ejemplar de la moneda de cinco centavos se convirtió en la primera de estas piezas que alcanzó un precio de 100.000 dólares. En 1996, otro ejemplar se convirtió en el primero en romper la barrera del millón de dólares. También se rumorea que si uno se encuentra en perfectas condiciones, podría valer más de 20 millones de dólares. En 2003 una de estas monedas se vendió por casi 3 millones de dólares. En 2010, la pieza Olsen se vendió por 3’7 millones de dólares en una subasta pública.
Una historia llena de misterio
Se cree que los cinco centavos se produjeron en la US Mint Ceca de Filadelfia a principios de 1913, justo antes de que el diseño de los níquel estaba a punto de cambiar de la “Cabeza Libertad”, producido desde 1883 hasta 1912, a la “Cabeza del Indio” (Indian Head), que fue acuñada desde 1913 hasta 1938.
Debido a que estas cinco monedas fueron acuñadas antes de la aprobación oficial del diseño del “Indian Head”, la producción de las “Liberty Head” con fecha de 1913 no era ilegal, aunque nunca no se produjeron más piezas de cinco centavos “Liberty Head” con esa fecha.
La especulación ronda entorno a un empleado de la Casa de Moneda de Filadelfia que pudo acuñar las cinco monedas de cinco centavos 1913 “Liberty Head” en enero o febrero de ese año. Aunque no era ilegal, la producción fue probablemente realizada a sabiendas de que ya no se acuñarían más piezas con esa fecha, totalmente sin escrúpulos. Samuel W. Brown, un numismático y comisario adjunto de una de las colecciones de la Ceca de Filadelfia, estuvo también involucrado, y finalmente se acuñaron las monedas de cinco centavos.

El mundo del coleccionismo numismático se enteró de la existencia de esas monedas de cinco centavos en 1919, cuando Brown se anunció en “The Numismatic”, la revista de la Asociación de Numismáticos, ofreciéndose a comprar las raras monedas de cinco centavos “Liberty Head”. Para entonces, ya no era un empleado de la US Mint.

Más tarde, Brown hizo saber que tenía cinco de las monedas y las llevó a la convención de ANA de 1920, donde se expusieron por primera vez.
Algunos historiadores especulan que Brown podría haber esperado hasta 1919 para revelar la existencia de las monedas, porque quería asegurarse de que la persona que las acuñó que había muerto. Otros señalan que 1920 fue el año en que el estatuto de siete años de prescripción había expirado y con él el enjuiciamiento de cualquier persona hubiera trabajado en la US Mint.
Rica historia: la Depresión, los atascos, baloncesto y “Hawai Cinco-O”
El níquel vendido por Blanchard, denominado como el “espécimen Olsen” por un dueño anterior, tiene la historia más rica de las cinco monedas existente.
El níquel “Liberty Head” captó la atención del millonario de Texas B. Max Mehl, quien más que nadie es responsable de hacer de este níquel la pieza más famosa. Mehl lanzó una campaña publicitaria de 50.000 dólares durante la Depresión, logrando el interés del público en general, ofreciendo el mejor precio para cualquier persona que encontrara una de las monedas más preciadas. Las personas imaginaron llegar a ser ricas y comenzaron un enorme “peinado” a través del cambio monetario natural para encontrar el níquel.

Los conductores de tranvías causaron grandes atascos de tráfico cuando se detenían para examinar las monedas que les daban para abonar la tarifa oficial, con la esperanza de encontrar un codiciado “Cabeza Libertad” de 1913. Mehl nunca tuvo una de estas monedas, aunque popularizó el coleccionismo numismático como un hobby, además de animar el mercado de las ventas con sus revistas y catálogos sobre monedas de colección, como el “Star Rare Coin Book”, que alcanzó las 30 ediciones.

Pero Mehl no estaba solo en su búsqueda apasionada. El señuelo del níquel se extiendió por generaciones. Tan fue así que el Dr. Jerry Buss, dueño del famoso equipo de baloncesto Los Angeles Lakers, fue otro dueño anterior.

El “espécimen Olsen” también atrajo la atención de Hollywood, y éste “actuó” en un episodio de la serie policial de televisión “Hawaii Five-O”, en 1974. El episodio, titulado “The Nickel $ 100.000”, representaba la historia de un ladrón que se asoció con un artista de la estafa para robar la famosa moneda. Se utilizó un truco para cambiar la moneda original por una “falsa”, en un fraude cuidadosamente elaborado que tenía lugar en una convención de monedas. Pero el dúo criminal no podía eludir a Steve McGarrett, el jefe de una unidad de investigación criminal de élite. Él fue capaz de recuperar el níquel, detener a los ladrones y poner la pieza Olsen en manos de sus propietarios.
Obviamente, el níquel superó el precio 100.000 dólares utilizados en la serie de televisión. Desde 1974, el valor de la pieza Olsen ha aumentado un 3.000%, por lo que es una inversión muy lucrativa, además de una gran pieza muy preciada de la historia numismática americana.
La venta de la pieza Blanchard
La “Cabeza Libertad” de 1913 se vendió por 1 millón de dólares en 1993, otra se vendió por 1’5 millones en 1996, y una tercera se vendió por 1.850.000 dólares en 2001. Blanchard y los expertos de la compañía dicen que es muy posible que este níquel alcanzará en un futuro la marca de 5.000.000 dólares, debido a la popularidad de las monedas raras que sigue creciendo.
De hecho, las inversiones en monedas raras han superado el crecimiento de lingotes de oro.
Bajo los términos de la venta, ni el nuevo propietario, ni el anterior propietario de la moneda de níquel pueden ser identificados debido a la privacidad y la seguridad, dijeron representantes de Blanchard.
Blanchard y expertos de la compañía trabajaron durante tres años para llevar a buen término la operación y dos años más para colocar la moneda.
Según ellos, “Cualquiera que esté involucrado con la industria es consciente de la moneda, y me había estado siguiendo su historia desde hace algún tiempo. Hace unos tres años, un cliente expresó su interés en ver si la “Cabeza Libertad” podría estar disponible para la compra por lo que comenzó a ver el níquel de cerca”.
Finalmente, dos clientes inversores solicitaron información sobre la moneda, y una última instancia lo hizo el actual comprador.

El nuevo propietario se describe como un inversor, coleccionista y dueño de un número de otras monedas importantes. El nuevo dueño vendió “un puñado de monedas” a precios atractivos para recaudar los fondos necesarios para adquirir la “Liberty Head” 1913 de níquel, que ahora es la estrella de su colección.
Los expertos de Blanchard and Company han gozado de una emoción que los coleccionistas de monedas sólo pueden soñar: ellos no pueden poseer esta rara moneda, pero han mantenido durante tres años una de las monedas más famosas del mundo.
Todos dicen que la moneda es increíblemente hermosa y en perfecto estado.
Curiosamente, cuando se inició por primera vez la atención millonaria en las monedas de cinco centavos 1913 “Liberty Head”, se creía que sólo cuatro de las cinco monedas estaban todavía en existencia. Se pensaba que la quinta moneda se había perdido en un accidente automovilístico en el que murió su propietario en 1962, un distribuidor de monedas.

Pero el año pasado, cuando la Asociación Numismática Americana (ANA) se ha previsto un despliegue de las cuatro monedas que pueden ser localizados, una recompensa de un millón de dólares fue ofrecido a cualquiera que pudiera presentar el quinto níquel, independientemente de su condición. La familia del fallecido comerciante respondió con una moneda que un experto previamente había determinado que era una falsificación. Para sorpresa de la familia, seis expertos en la Convención ANA examinaron la moneda y les pareció que es la pieza era auténtica.
Como resultado, las cinco monedas “Liberty Head” de 1913 se mostraron juntas por segunda vez en la Convención de ANA de 2003, celebrada en Baltimore.