Contemplaremos la “evolución natural” de un billete que cambia de valor (no de tipo de moneda) por la adecuación natural de un país a su nueva economía o gobierno, en este caso se revaloriza su moneda.
Les mostraré los 1.000 francos de Argelia de 1957, resellados con el valor de 10 nuevos francos en 1958 y reeditados ya sólo con el valor de 10 nuevos francos en 1960; en lenguaje darwiniano estaríamos ante una “evolución natural” de nuestra especie: el billete bancario.
Argelia no se independizó de Francia hasta 1962. Con la llegada al poder en Francia de Charles de Gaulle en 1958 y la instauración de la Quinta República, en 1960 se introdujo el “Nuevo franco” cuyo cambio se estableció en 100 francos anteriores. Esta revalorización colocó a Francia económicamente en un lugar de privilegio que no alcanzaba desde la I Guerra Mundial y el mundo volvió a confiar en su moneda.
Los tres billetes coinciden en su diseño, de gran belleza, y típico de la década de los ‘50 del siglo pasado, época en la que Argelia luchaba por su independencia del colonizador francés, para tratar de seguir los pasos de su vecino Túnez, ya independizado algún año antes (en 1956). Es una etapa dorada en el billetario argelino, con diseños que plasman la etapa romana del África del Norte.

Su anverso común nos muestra el busto de la diosa Isis y su reverso un colorido mosaico que bien pudo formar parte del solazo de cualquier acaudalada casa romana de comienzos de nuestra era.
Los “culpables” de tan magnífico diseño, los artistas franceses William Fel y Andrè Marliat.

Poco más que comentar en cuanto a sus semejanzas, distintas fechas de emisión (1957, 1958 y 1960), distintas firmas del Cajero y Secretario (sólo en el billete de 1960, en los otros dos son coincidentes) y distintas valoraciones: 1.000 francos en el de 1957, 1.000 francos y resello de 10 NF en el de 1958, y ya sólo 10 nuevos francos en el billete de 1960.
Dicen, los que entienden, que los billetes argelinos resellados (sobrecargados) con el nuevo valor en rojo sobre ediciones anteriores apenas circularon seis meses, por lo que cabe esperar que sean los más escasos, difíciles y caros de obtener.
¡Dignos de contemplar agrupados! ¡Espero que esta terna de “Semejante no es Igual” al menos … les instruya … y agrade!
¡Espero que les guste!
Juanjo Banegas
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