
Precisamente la subasta de Cayón se inició con las monedas de oro, del lote 1 al 486, entre las que sobresale un doble castellano de Reyes Católicos, acuñado en Sevilla (1475-1479). MBC+/EBC-, a subasta por 15.000 euros, se adjudicó en el doble de precio: 30.000 euros.

El lote 54 pertenece a Felipe V, Méjico, 8 escudos, 1747 “MF”, Cy10092, EBC con mínimos restos de brillo original. Tono, Último año. Rarísima, más aún en esta conservación. Salió en 4.000 euros y se vendió en 8.500 euros.

Desde Felipe II a Felipe V se sucedieron 109 lotes de reales de a 8 batidos en la Ceca de Segovia, entre 1586 y 1729. Entre el más del centenar de excelentes piezas destacó un real de a 8 acuñado en época de Felipe II, 1589, con marca de acueducto de tres arcos y dos pisos, Cy 3990, golpecito en canto, grieta de fabricación, EBC, muy buen ejemplar, muy rara, a subasta por 1.000 euros, se remató en 2.600 euros.

La subasta cerró sus pujas con el apartado dedicado exclusivamente a los cincuentines, entre los que destacó el lote 1626, Felipe IV. Segovia. 50 reales. 1626. Anverso superado de cruz (Andrés de Pedrera). Cy6584. 171'3 grs. Algún fallo en el reverso. Algún golpe en el canto del anverso. SC, todo su brillo original. Tono. Soberbio ejemplar. Escasa, los subastadores no conocen más de 16 ejemplares. Según archivo de Cayón, y con diferencia, el mejor cincuentín de 1626 en manos privadas. Es el segundo mejor conservado después del de la Bibliothèque Nationale de France, París, (número de registro 1175). Salió a subasta en 25.000 euros y se convirtió en la piza reina de la misma al alcanzar 80.000 euros de remate.
El resto de cincuentines alcanzaron también excelentes cifras, como el de 1651 rematado en 72.000 euros; el cincuentín de 1620, en 71.000 euros, o el de 1633 adjudicado en 62.000 euros.