
El 21 de abril de 1914, la Marina de los Estados Unidos invadió el puerto de Veracruz, enfrentándose a la heroica resistencia de la población civil mexicana y a los cadetes de la Escuela Naval. Eran tropas enviadas por el presidente Wilson para apoyar a los constitucionalistas de Venustiano Carranza contra el gobierno revolucionario de Victoriano Huerta. Cuando dejaron tierras mexicanas, en noviembre del mismo año, los estadounidenses se llevaron, entre muchos tesoros, 60.000 billetes como botín de guerra.

Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, detalló que las piezas de incalculable valor numismático e histórico forman parte de la exposición “Viaje centenario, de Veracruz a Chapultepec”, que permanecerá abierta al público durante tres meses en el Castillo de Chapultepec. Asimismo, Carstens explicó que estas piezas salieron de la Aduana del Puerto de Veracruz en el año de 1914, y fueron guardadas durante décadas en el Departamento del Tesoro estadounidense. Agregó que el secretario de Relaciones Exteriores, Antonio Meade, medió para que las piezas fueran entregadas por dicho Departamento al Banco de México.

Los más de 60.000 billetes fueron emitidos entre 1888 y 1914 por 28 bancos porfirianos de Coahuila, Jalisco, Querétaro y San Luis Potosí, así del Estado de México, Morelos, Nuevo León, Mercantil de Monterrey y Occidental de México, de 500 y mil pesos, denominaciones poco utilizadas en esa época, provenientes de los bancos del Estado de México, Morelos, Nuevo León, Mercantil de Monterrey y Occidental de México.

El conjunto numismático se integra por billetes de diferentes denominaciones en uso en aquella época: 1, 2, 5, 10, 20, 50, 100, 500 y 1.000 pesos. Destacan algunas piezas de 500 y 1.000 pesos, los cuales no eran conocidos antes de la recepción de este conjunto, o bien pertenecen a series y fechas poco identificadas.