La casa elegida para la confección de las nuevas series fue Thomas De La Rue, empresa de, al menos, igual prestigio que Bradbury.
La empresa De la Rue fue fundada en 1831 por Thomas De La Rue, al conseguir una Real Cédula como impresora de barajas, sector regulado por el estado, ampliando las concesiones oficiales en 1855 a la impresión de sellos de correo y fabricando sus primeros billetes para Isla Mauricio en 1860 con los valores de 10 chelines, 1 y 5 libras.
En 1866 murió Thomas de la Rue convirtiéndose la imprenta en una sociedad familiar que en 1896 se convirtió en empresa privada, saliendo a bolsa en 1947.
En 1914 comenzó a imprimir billetes para el Reino Unido y en 1930 para el gobierno chino, cliente de tal importancia que hizo que nueve años después instalase una fábrica en Shanghai. En 1961 adquirió Waterlow & Sons, en 1986 Bradbury & Wilkinson y en 1995 Portals Limited, empresa que de forma habitual les suministraba el papel para billetes y que estaba considerada como la empresa líder en la fabricación de papel para billetes de banco, convirtiéndose con nuevas absorciones en una de las grandes empresas impresoras de documentos de seguridad.
En el presente artículo no incidiremos en datos que se pueden obtener en los catálogos normales sino que presentaremos algunos aspectos o detalles de los billetes, propios de esta casa impresora.
El Banco de España, una vez contactado con De la Rue y, nos imaginamos que con un preacuerdo, mandó a Inglaterra para colaborar con ellos a uno de sus mejores grabadores, Camilo Delhom Rodríguez, al cual se le reconoce la autoría de las imágenes de los personajes de todos los billetes españoles de De La Rue efectuados durante la República.
Los motivos a representar en los billetes fueron propuestos por De La Rue, eligiendo personajes desligados, aparentemente, de motivaciones políticas a pesar de que al advenimiento de la República el Gobierno había dado una recomendación de que el papel moneda llevase motivos ligados a la causa republicana. Como es natural los personajes propuestos son muy conocidos, De La Rue llega a calificarlos como genios, eligiendo el Consejo del Banco aquellos que, además de ser muy reconocibles por el español medio, tuviesen, también, una cierta proyección exterior.


Los primeros bocetos presentados que conocemos fueron para los valores de 500 y 50 pesetas. fechados como 1 de Enero de 1935 representando las viñetas del anverso a Menéndez y Pelayo, Hernán Cortés y Ramón y Cajal.
Estos primeros bocetos se presentaban con el dibujo de la calcografía prácticamente completo, los fondos solo esbozados y la coloración solo en estado de tentativa para mejorar la presentación. Para delimitar la colocación en el billete de la fecha de emisión, se ponía como fecha tentativa la del 1 de Enero del año en curso.
Una vez aceptado el diseño general del billete por parte del Banco, se procedía al grabado e impresión del mismo y De La Rue presentaba a la consideración del Consejo una serie de pruebas de color para que se optase por el formato y color definitivo.

Las pruebas de color no iban fechadas esperando que el Banco indicase la deseada, fechas que, por cierto, nunca hemos llegado a una conclusión de con qué criterio se elegían. Estas pruebas llevan en el margen inferior un número de control del archivo de De La Rue.
Una vez elegido el diseño y color definitivo se procedía a la impresión del billete enviándolos al Banco para su aprobación por el Consejo, el cual devolvía a la casa impresora un ejemplar en el que figuraba la fecha de la sesión en la que se había aprobado el billete definitivo avalado con la firma del secretario general.
Damos los datos que conocemos de los billetes fabricados por De La Rue: Fecha de emisión aprobada; número de archivo de las muestras de color (únicamente damos la numeración de un ejemplar como referencia, ya que las numeraciones de los otros colores son prácticamente, correlativas) y fecha de aprobación del Consejo del Banco.
500 pesetas. Hernán Cortés; 7 Enero 1935; D 560; 8 Julio 1935.
50 pesetas., Ramón y Cajal; C 892; 23 Febrero 1936; 22 Julio 1935
25 pesetas., Sorolla; C 813; 3 Junio 1937; 31 Agosto 1936
100 pesetas. Dama de Elche; D 712; 21 Junio 1938; 11 Marzo 1938
A estos billetes fabricados hay que añadir los dos bocetos conocidos y que no llegaron a adoptarse.
500 pesetas. Menéndez y Pelayo; 1 Enero 1935
1.000 pesetas. José de Larra; 1 Enero 1938

Analizando estos datos nos encontramos con un hecho curioso y es que las pruebas de color de Sorolla son anteriores a las de Ramón y Cajal lo que nos indica que parece que el billete de 25 pesetas estaba preparado del orden de 15 meses antes que el de 50 pesetas., lo que no carece de lógica ya que, en primer lugar, se detectó la falta de billetes de mas bajo valor.

Una vez realizada la impresión, junto con los billetes preparados para la circulación se enviaban una cierta cantidad de billetes numerados con ceros como muestra. Estos billetes llevan en su margen inferior la referencia “specimen no –“ e impreso en el anverso el sello oval “ SPECIMEN DE LA RUE & LTD CANCELLED”. Este sello está efectuado en calcografía, único caso que conocemos, lo que le da un aspecto espectacular por su brillo y relieve. También conocemos otras improntas specimen, sobre las muestras del 500 pesetas. pero que no se compaginan con las habituales de la casa, ni en billetes de otros bancos extranjeros por lo que no tenemos claro su origen.


Un aspecto llamativo, que no hemos conocido en ningún otro billete, al menos en los españoles, es que los billetes muestra de Hernán Cortés están efectuados en papel de la emisión pero con una marca al agua diferente a la de los billetes puestos en circulación, hecho que no somos capaces de comprender ya que, por definición, los billetes muestra deben ser idénticos en todos sus aspectos a los circulantes ya que están destinados a organismos oficiales o entidades internacionales para reconocimiento y comprobación de autenticidad.

Otra curiosidad que hemos observado, no tan extraña, puesto que el billete no ha pasado de boceto, es que el billete de 1.000 pesetas dedicado a Larra tiene como fondos de impresión dibujos con las leyendas, similares a las del Ramón y Cajal, “BANCO DE ESPAÑA 5000 CINCO MIL PESETAS” dibujos, aparentemente hechos en litografía (el boceto pertenece al BdE) lo que no encaja ni con el boceto del billete de Larra ni con ningún otro, ya que no tenemos conocimiento de que se le encargase a De La Rue un cinco mil, aunque queda la posibilidad de que se les hiciera una proposición de efectuar un billete de este valor, al mismo tiempo que a Bradbury, llevándose estos últimos el encargo, y se aprovechase los trabajos ya realizados para el hipotético cinco mil, para el nuevo proyecto de mil.

Queremos hacer hincapié en el rosetón multicolor que presentan estos billetes en la parte central de su anverso, rosetón efectuado en litografía y definido por De La Rue como “arco iris”. La casa impresora los resaltaba en sus ofertas como un elemento importantísimo antifalsificación, por la dificultad de ser reproducido, ya que las falsificaciones, al realizarse la impresión por medio de una plancha para cada color, era extremadamente difícil conseguir que en el billete falso, las diferentes manchas de color estuvieran en posición correcta sin superposiciones.