Debido al gran interés despertado entre los coleccionistas y comerciantes notafílicos, “Numismático Digital” ha decidido mantener un mes más este artículo sobre falsificaciones, ya que las mismas han inundado últimamente el mercado nacional.
El objeto del presente artículo es dar los suficientes detalles para evitar que posibles compradores de estos sellos sean engañados y que se puedan identificar los auténticos, ya que es lamentable que documentos tan interesantes, tanto desde el punto de vista histórico como coleccionístico, queden totalmente desprestigiados por culpa de vendedores sin escrúpulos.
Según las referencias que nos dan los catálogos de principios de los años ‘70, editados por Alentorn y Vélez-Frías y por el Banco de España, algunos de los billetes emitidos en Bilbao, durante la Guerra Civil, se encuentran sellados con tampones de diversos organismos del gobierno de Euskadi en Cataluña.
El gobierno de Euskadi se exilió en Cataluña, al ser tomadas por las tropas rebeldes las provincias Vascongadas y, aparentemente, tuvo autorización del gobierno de la Generalitat de Cataluña para que los billetes emitidos en Bilbao pudiesen circular en Cataluña previa habilitación del propio gobierno de Euskadi, habilitación que se daba por medio de un sello sobreimpreso.
A pesar de haber buscado la autorización oficial de la Generalitat que legalizase la circulación de los billetes de Bilbao, no nos ha sido posible hallarla, pero consideramos aceptable la posibilidad de que un cierto número de billetes emitidos en Bilbao fuesen aceptados en Cataluña, siempre que existiese un cierto control por parte del gobierno emisor, en aras de proteger a los emigrados y, al mismo tiempo, evitar que se produjese una alteración importante de la circulación monetaria.
En cualquier caso, y desde el punto de vista del coleccionismo, siempre se han valorado mucho los billetes emitidos en Bilbao con la impronta de los sellos del gobierno de Euskadi en Cataluña, debido a su gran escasez, especialmente los de las emisiones de 1936, billetes que son casi imposibles de encontrar.
La rareza de estos sellos se manifiesta, como diremos más adelante, en la falsedad de los sellos del catálogo de Alentorn o en la manipulación de imágenes, y uso de los falsos sellos de Alentorn en el catálogo de Juan Montaner, “Los billetes del Banco de España durante la Guerra Civil”.
Por otra parte es preciso señalar que nunca se habían visto falsificaciones de esos sellos.
Los cuatro tipos de sellos que se conocen son los siguientes:
“Gobierno de Euzkadi - Euzkadi´ko Jauriaritza - HACIENDA -” (Gobierno de Euzkadi- Gobierno de Euskadi – Hacienda). Dos tipos de sellos con diámetros exteriores de 28 y 31 mm.
“DELEGACION DE HACIENDA DEL GOBIERNO DE EUZKADI EN CATALUÑA”
“EUZKADIKO CATALUNYAN – ORDEZKARITZA = ZENBATZA=” (Delegación de Euskadi en Cataluña = Contaduría),
En enero de 2013 vi en una convención de Oviedo, que un comerciante, no habitual y que, según él, se iniciaba en las convenciones, con una gran oferta de billetes, incluyendo clásicos, vendía unos billetes de Bilbao, emisión de 1937, con el sello de Jauriaritza a un precio más que razonable, por lo que adquirí tres que no tenía en mi colección, ya que, aparentemente, no había ningún motivo para dudar de su autenticidad. El vendedor me indicó que podría proporcionarme alguno más que tenía en casa, y al parecerme muy interesante el precio le dije que me mandase un listado con los que tuviese. Pregunté la procedencia, ya que me parecía raro haber hallado, de golpe, bastantes ejemplares de billetes tan raros, y me dijo que había adquirido en Barcelona un gran conjunto de billetes de Bilbao y que entre ellos se encontraba algunos ejemplares con este sello.
Recibí el nuevo envío y me extrañó que prácticamente todos los ejemplares eran valores diferentes y, además que tres de ellos eran de la emisión de 1936. Los examiné y vi que los sellos presentaban desgastes propios de haber circulado y defectos a causa de los dobleces, lo que unido a que nunca se habían detectado falsificaciones, no me planteé dudas de su autenticidad.
Posteriormente, algunos amigos me dijeron que habían adquirido, del mismo vendedor, otros ejemplares. No me extrañó demasiado ya que di por supuesto, que podía tener algún otro ejemplar y que le había interesado venderlo de forma muy individualizada para conseguir un mejor precio.
Cuando empecé a preocuparme fue al ver que en varias subastas aparecían cuatro o cinco billetes con sellos del gobierno de Euskadi que, naturalmente, alcanzaron precios muy altos y, además, sobre billetes de diferentes valores, incluidos algunos de la emisión de 1936 y de los tres tipos, Jauriaritza de 28 y 31 mm. y Delegación de Euskadi, este último tanto en rojo como en negro.

Mi sorpresa ya fue mayúscula cuando vi varios billetes, todos de diferentes valores, con el sello “ZENBATZA”. Este sello es sumamente raro y solo lo conocía sobre un conjunto de billetes de 5 pesetas de la emisión de 1937, todos correlativos y sin circular, que posee un comerciante numismático y que pone en venta según mercado, y sobre un ejemplar de 5 pesetas de 1936 y otro de 25 pesetas de 1937 que se vieron en una subasta muy antigua.
Todo ello me llevó a analizar con sumo cuidado, y con grandes aumentos de observación, los nuevos sellos comparándolos con los de mi colección, los cuales debido a su antigüedad y diferentes procedencias, no me ofrecían dudas de su autenticidad.
Del análisis hecho se ve claramente que los nuevos sellos aparecidos son falsificaciones de cierta calidad y, sobre todo, efectuadas con cuidado para simular desgastes e impresiones descuidadas pero que si estudian con el suficiente aumento, y con varios ejemplares para comparar, no ofrecen dudas en cuanto a la falsificación.
Por otra parte, muy recientemente, han aparecido en Ebay este tipo de sellos, al reclamo de los precios obtenidos por los anteriores en subastas, pero efectuados de forma totalmente chapucera y que no ofrecen dudas ante un ligero vistazo.
Empezamos analizando los sellos del tipo “Jauriaritza” señalando, únicamente los detalles más sencillos para ver las diferencias, aunque si se miran con más cuidado las diferencias son muchas. Incluimos imágenes de los sellos auténticos y de los falsos.

Sello falso tipo “Jauriaritza”.

Sello auténtico tipo “Jauriaritza”.
La diferencia más clara y rápida de ver se encuentra en el primer cuartel del escudo de Euskadi. En los sellos auténticos se ve un fondo punteado en el que los puntos son abundantes y distribuidos muy uniformemente; en los falsos el punteado es totalmente anárquico. Los segundo y cuarto cuarteles, aunque siempre están mal definidos en los auténticos, se puede observar los motivos, mientras que en los falsos son, prácticamente borrones, y nos imaginamos que el falsificador no ha encontrado sellos auténticos de suficiente calidad para imitarlos. También son muy notables las diferencias en las leyendas: Letras de trazos muy nítidos en los auténticos, gruesos y mal perfilados en los falsos; especialmente diferentes son las “E” de la palabra HACIENDA en cuanto a tamaño de los trazos horizontales.

Sello falso “Delegación”.
Los sellos falsos y auténticos, “DELEGACION DE HACIENDA” son más diferenciables que los anteriores, debido a su mayor tamaño.

Sello auténtico “Delegación”.
Sigue habiendo la diferencia de punteado del primer cuartel, pero mientras los otros tres cuarteles de los auténticos tienen numerosos detalles, rayados en los segundo y cuarto cuartel y bases onduladas debajo de los cipreses del tercer cuartel, los falsos están francamente mal hechos aunque el falsificador se escuda en emborronados. Un detalle diferenciador muy rápido es la rosa de separación entre las palabras delegación y Cataluña, perfectamente diseñada en los auténticos y muy mal hecha en los falsos.

Sello falso tipo “Zembatza”.
Las diferencias en los sellos “ZENBATZA” son las más llamativas y las que en un primer golpe de vista hacen dudar de que el sello sea auténtico. Personalmente, fueron las que me hicieron ver el engaño, inmediatamente, sin dudas. Me imagino que las diferencias son tan notables ante la gran dificultad por parte del falsificador de encontrar sellos auténticos de calidad (exige comprar varios ejemplares al actual tenedor para conseguir un buen sello y el falsificador parece que no quiso asumir el gasto).

Sello auténtico tipo “Zembatza”.
Las diferencias entre los dos son espectaculares pues el sello auténtico es de una grandísima calidad. No hay más que ver el primer cuartel en el que el falso tiene un gran problema con el punteado y la figura, pero sobre todo es espectacular las diferencias en el tercer cuartel con un gran rayado en los tres cipreses y una base de los mismos elaboradísima en los auténticos y sin siquiera imitarla en los falsos. La calidad de las letras de la palabra “ZEMBATZA” en uno u otro sello son claramente definitorias.
Acabamos nuestros comentarios con la diferenciación de los sellos aparecidos en Ebay.

Sellos aparecidos en el catálogo de Alentorn y Vélez-Frías.
Los sellos falsos aparecen extraordinariamente nítidos. El falsificador ha tomado los sellos que aparecen en el catálogo de Alentorn y Vélez-Frías, los mismos que utilizó para su catálogo Juan Montaner, ha hecho una reproducción y ha sellado billetes de Bilbao.

Sello falso tipo “Zembatza” aparecido en Ebay.
Hay que señalar que los sellos que pusieron en su, por otra parte, muy buen catálogo, Alentorn y Vélez son sellos que se inventaron, nos imaginamos que por la dificultad de la época para conseguir la imagen del sello sin los recursos del escaneado y Photoshop posterior, y que no tienen ni un mínimo de detalles, ni parecido con los auténticos, lo mismo que ocurre con el catálogo de Juan Montaner, lo que dice muy poco de la profesionalidad de los autores de los catálogos, al no indicarlo. No merece la pena ni explicarlos sino ver los sellos de ambos catálogos y del sello en el billete que ponemos en imágenes.
Como colofón, sólo comentar, que. puesto al habla con el comerciante que ha introducido los falsos, aparte de reconocer que, ¡como mínimo!, ha vendido 60 ejemplares, la única escusa que da es que el no conocía estos sellos, que creía que eran auténticos, y que también él se siente engañado, todo ello complementado con explicaciones cambiantes de haberlos adquirido en una prestigiosa casa de subastas en un lote de más de mil billetes de Bilbao, en un comerciante de Zaragoza y en algún otro sitio, que le parecía normal que de repente apareciesen cientos de billetes sellados aunque fuesen raros y en el colmo del cinismo, que un prestigioso comerciante numismático le había dicho que los sellos “de 28 y 31 mm” le parecían auténticos y los “grandes” falsos. Por supuesto, no asumió ninguna responsabilidad compensatoria. ¡Sin comentarios!