Una vez acabado el verano de 1977, la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre continu� produciendo casi con total normalidad la segunda serie de moneda a nombre de Juan Carlos I (esta vez formada exclusivamente por piezas de 1, 5 y 25 pesetas). Aunque el n�mero de monedas acu�adas de estos tres valores fue superior a las del a�o anterior, el problema de escasez de calderilla se continu� agravando en toda Espa�a con el resurgir de varios rumores. La nueva moneda acu�ada fue distribuida r�pidamente a trav�s de las oficinas del Banco de Espa�a, pero una vez puesta en circulaci�n desaparec�a en un gran porcentaje, debido a su acaparamiento.
�Se estudia la importaci�n de moneda fraccionaria para hacer frente al acaparamiento de los particulares.
Madrid, 9.- La escasez que se viene registrando de moneda fraccionaria obedece a distintas causas, si bien una de las m�s importantes es el acaparamiento, seg�n se�ala Mariano Rubio, subgobernador del Banco de Espa�a.
Entre las causas, indica el se�or Rubio, figuran la proliferaci�n de oficinas bancarias que durante el �ltimo a�o han aumentado en 2.000, el incremento de m�quinas de monedas y de servicios, como el de autopistas de peaje, en las que es necesaria la utilizaci�n de monedas, y no de billetes, as� como la inflaci�n, que l�gicamente mueve m�s dinero, y el acaparamiento por parte del p�blico.
En este sentido ha habido un doble acaparamiento �indica- por su parte, la gente que pensaba que hab�a que guardar las monedas de Franco ya que dentro de algunos a�os tendr�an m�s valor, y, al mismo tiempo, un acaparamiento de las monedas del Rey.
En relaci�n al rumor que dec�a que el valor de la peseta era superior a esa cantidad, el subgobernador del Banco de Espa�a indica que efectivamente se ha especulado en alg�n medio informativo con esta posibilidad como justificaci�n de la carest�a de moneda, pero es falso. �El valor de la peseta rubia, valor de fabricaci�n, es inferior al de una peseta�, dijo.
M�s adelante, el subgobernador del Banco de Espa�a a�ade que Espa�a fue el segundo pa�s en emisi�n de moneda durante el �ltimo a�o. S�lo nos supera en este sentido Inglaterra. En este momento la cifra es de 13 monedas por habitante.
�Nuestra fabricaci�n es muy alta �se�ala Mariano Rubio- y, llegado este punto, quisiera matizar que la acu�aci�n de moneda se hace a trav�s de la Fabrica de la Moneda, y que el Banco de Espa�a es s�lo el intermediario, un distribuidor. En la actualidad mantenemos conversaciones con la F�brica de la Moneda para aumentar su capacidad, e incluso hemos estudiado la posibilidad de importaci�n de moneda para conseguir que este clima de acaparamiento desaparezca.�- Cifra.
Hemeroteca La Vanguardia. S�bado, 10 de diciembre de 1977. P�g. 12.
Como se puede ver en los siguientes datos de fabricaci�n, en 1977 la producci�n de moneda de 1 peseta se increment� en un 37% y la de 25 pesetas en un 29%, pero en cambio la de 5 pesetas apenas un 2,5%. A continuaci�n se muestran los datos de las cantidades acu�adas de cada serie durante los a�os 1976 y 1977 [1]:
A principios de 1978, la urgencia de la situaci�n oblig� al gobierno a elevar la cantidad de moneda que se deb�a introducir durante el a�o. Dado que la F.N.M.T. no ten�a la capacidad de producirla en los plazos que determinaba la administraci�n, el Consejo de Ministros en sesi�n de 2 de marzo, autoriz� la externalizaci�n de una gran parte de la fabricaci�n de las piezas de 1 y 5 pesetas. Con el fin de evitar de nuevo su atesoramiento por parte de los coleccionistas, los punzones fueron fabricados en Espa�a sin marcas distintivas, con la marca de ceca de Madrid.
Acu�aci�n de moneda para resolver la actual escasez.
La acu�aci�n de moneda fraccionaria para el ejercicio de 1978 ascender� a un importe m�ximo de 8.250 millones de pesetas, con lo cual se solucionar� el grave problema que tiene planteado principalmente las grandes poblaciones, y que se ha acentuado en los �ltimos d�as.
Dentro de este l�mite, y con car�cter m�nimo, se acu�ar�n y se entregar�n al Banco de Espa�a para su puesta en circulaci�n, en una primera etapa las siguientes monedas: de una peseta, 260 millones; de cinco pesetas, 925 millones; de 25 pesetas, 650 millones; y de 50 pesetas 665 millones.
Posteriormente se realizar�n emisiones hasta completar la cantidad acordada inicialmente.
Hemeroteca ABC. S�bado, 18 de febrero de 1978. P�g. 31.
Quinientos millones de �rubias� para 1978.
Debido a la media de tres millones y medio de piezas tiradas a diario por la F�brica Nacional de Moneda y Timbre, la escasez de moneda fraccionaria va dejando de ser un problema serio para los cambios peri�dicos que realizamos los espa�oles en nuestras compras. La F�brica de la Moneda cumple diariamente los encargos de la Direcci�n General del Tesoro, encaminados a concluir la falta de sobre todo �rubias� que desaparec�a como consecuencia de diversos factores ya conocidos por todos.
�La producci�n prevista para el a�o en curso supone un incremento de m�s del 50 por ciento sobre el a�o anterior. En conjunto se fabricar�n mil millones de monedas, distribuidas de la siguiente manera: 500 millones de una peseta; 350 millones de 5 pesetas; 125 millones de 25 pesetas; y 25 millones de 50 pesetas.
Con estas cantidades la acu�aci�n de monedas en Espa�a se sit�a al mismo nivel que las que circulan por Europa y en algunos casos queda superada. (extracto)
Hemeroteca La Vanguardia. Mi�rcoles 5 de abril de 1978. P�g. 32.
Las monedas de 1 peseta con fecha 1975*(19-78) fueron acu�adas por la Casa de la Moneda de Chile, con la colaboraci�n de la empresa Armat Metal�rgica (140 millones de piezas), por la British Royal Mint (80 millones) y por la Casa de la Moneda de Madrid (383 millones). Las piezas de 5 pesetas, de la misma fecha, fueron acu�adas por la Royal Canadian Mint (95 millones de piezas), por la Casa de Moneda de Stuttgart en colaboraci�n con la casa Vereinigte Deutsche Metallwerke V.D.M. (60 millones) y por la Casa de la Moneda de Madrid (257 millones).
Como se puede ver, la cantidad de moneda acu�ada en 1978 fue muy superior a los a�os anteriores:
Coincidiendo con los debates sobre el anteproyecto de Constituci�n que se desarrollaban en la Comisi�n de Asuntos Constitucionales, en mayo de 1978, las piezas de la nueva serie, fabricadas en Madrid, comenzaban a distribuirse por toda la geograf�a espa�ola. Pocos meses despu�s comenzar�a a llegar el resto de moneda fabricada en el exterior por las cecas de Chile, Canad�, Gran Breta�a y Alemania. A finales de a�o, coincidiendo con el refer�ndum de la Constituci�n [2] la escasez de moneda se hab�a solucionado pr�cticamente en su totalidad, pero pasar�an todav�a muchos meses hasta alcanzar la normalidad circulatoria.
Procedente de Chile. Ha llegado un barco cargado de� pesetas.
Madrid, 4- 36 millones de �rubias� han sido desembarcadas en Santander del carguero griego �Azalea�. Otro barco, tambi�n cargado de pesetas, ha llegado al puerto de Valencia. Ambos proced�an de Chile, donde las monedas han sido acu�adas con moldes de nuestra F�brica Nacional de Moneda y Timbre.
Hemeroteca La Vanguardia. S�bado. 5 de Agosto de 1978. P�g. 3.
Procedentes de Chile. Llegan a Santander 42 millones de pesetas �rubias�.
Se ha encargado a Inglaterra la fabricaci�n de monedas de duro y cinco duros.
Cuarenta y dos millones de pesetas �rubias�, fabricadas en Chile, han sido transportadas hasta Santander a bordo del buque espa�ol �Valle de Orozco�, que proced�a de Valpara�so. Seg�n ha informado Efe, las �rubias� ocupan doscientas cajas y forman parte del encargo realizado en su d�a a Chile por la Casa de la Moneda espa�ola, dada su escasez en nuestro pa�s. El mes de junio �ltimo lleg� a Santander la primera remesa de �rubias� procedente de Chile. En aquella ocasi�n fueron treinta y seis millones de pesetas, transportadas en el buque �Azalea�, de bandera griega. El puerto santanderino ser� el �nico autorizado para recibir esta mercanc�a.
Para la fabricaci�n de pesetas �rubias� en chile fue necesario el env�o a dicho pa�s de los correspondientes moldes. En relaci�n con este nuevo env�o, ha trascendido la noticia de que Espa�a ha encargado a Inglaterra la fabricaci�n de monedas de 5 y 25 pesetas, ante la necesidad existente de moneda fraccionaria.
Hemeroteca ABC Sevilla. Martes, 12 de septiembre de 1978. P�g. 18.
Duros para el cambio. Ayer llegaron a Sevilla catorce millones en monedas acu�adas en Canad�.
Anoche llegaron a Sevilla, procedentes de C�diz, catorce millones de pesetas en duros. Las monedas, fabricadas en Canad�, hab�an sido descargadas durante la ma�ana del barco que las transportaba en el puerto gaditano, y trasladadas en cami�n al Banco de Espa�a de esta capital. Veintiocho cajas conteniendo cada una cien mil monedas de duro, con un peso total de catorce toneladas, fueron descargadas a �ltimas horas de la noche, bajo la atenta vigilancia de fuerzas de la Guardia Civil y Polic�a Armada.
Tras las huelgas producidas en la F�brica Nacional de Moneda y Timbre, y debido a la gran escasez de moneda fraccionaria, se encarg� a Canad�, Chile y Alemania la producci�n de duros, que �excepto en el caso de los chilenos, que han tenido que ser devueltos por defectuosos- van a remediar la cr�tica situaci�n que padec�a el pa�s.
Hemeroteca ABC Sevilla. Mi�rcoles, 13 de septiembre de 1978. P�g. 48.
Veinte millones de �rubias� para Barcelona.
El anunciado cargamento de veinte millones de pesetas �rubias� para Barcelona, cuya remesa adelant� hace unos d�as el gobernador del Banco de Espa�a, lleg� ayer a nuestra ciudad. La moneda fraccionaria fue transportada en grandes cajas en dos camiones y procede de la F�brica de Moneda de Chile. La Delegaci�n del Banco de Espa�a cuidar� de la distribuci�n de estos veinte millones de pesetas, como ya hizo anteriormente con otros 87 que se han repartido durante los nueve primeros meses de este a�o. Con esta �ltima aportaci�n se considera superado el problema de escasez planteado a �ltimos de 1977.
Hemeroteca La Vanguardia. Jueves, 12 de octubre de 1978. P�g. 32.
M�s de veinticinco mil millones de pesetas. A pesar de la escasez, hay m�s monedas fraccionarias que el a�o anterior.
Los �ltimos datos hechos p�blicos por el Banco de Espa�a, que corresponden a finales del mes de julio, se�alan que la moneda met�lica en circulaci�n en Espa�a se elevaba a 25.570 millones de pesetas, frente a 22.759 millones a fines de diciembre anterior, informa Europa Press.
Pese a la escasez que se observa de moneda fraccionaria, los datos del Banco emisor indican que a fines de a�o la moneda met�lica en circulaci�n era de 19.196 millones de pesetas, y unos a�os antes, al concluir 1972, era de 14.374 millones pesetas.
De la moneda que circulaba al concluir julio �ltimo corresponden 9.505 millones de pesetas a moneda de 25 pesetas, 7,553 millones a moneda de 5 pesetas, 5.235 millones a las monedas de 50 pesetas, 2.629 millones a la de peseta, 432 millones a monedas de 100 pesetas y otros 216 millones a monedas de valor inferior a un peseta.
Hemeroteca ABC Sevilla. Viernes, 1 de diciembre de 1978. P�g. 16.
En el plano meramente numism�tico, estas nuevas acu�aciones proporcionaron tambi�n la tercera serie de variantes de la nueva moneda de Juan Carlos I [3]. Aunque los punzones para la acu�aci�n fueron grabados y suministrados por la F.N.M.T., spuestamente id�nticos para todas las cecas, estudios posteriores han determinado algunas diferencias entre ellos. En la obra �La Peseta. Cat�logo b�sico�[4], Jos� Mar�a Aled�n expone que la primera referencia a estas diferencias la realizaron los numism�ticos Juan Bautista Mir� Agull� y su hijo Juan Carlos Mir� Vispo al examinar minuciosamente las monedas procedentes de los envases de cada ceca, determinando las variantes chilena y alemana.
Dado que la F.N.M.T. aleg� que todos los punzones fabricados eran id�nticos, posiblemente fueron modificados levemente por algunas cecas para poder efectuar su diferenciaci�n con el resto de monedas fabricadas.
Las pesetas chilenas
La primera variante detectada en las piezas de 1978 fue la conocida como peseta chilena. La familia Mir� detect� que en los envases procedentes de la ceca de Chile la virgulilla [5] de la � en palabra Espa�a, en la leyenda del anverso, era algo m�s corta que en el resto de monedas, pudi�ndose confundir con un punto.
Estudios posteriores, parecen confirmar que tambi�n existe una peque�a diferencia en el hincado de los n�meros en el interior de la estrella (fecha de acu�aci�n) en el reverso de la moneda. Las cifras que componen el 78 est�n m�s separadas y el 8 cuenta con el c�rculo superior algo m�s peque�o.
Las pesetas inglesas
Inicialmente, las pesetas fabricadas en la British Royal Mint tambi�n se denominaron pesetas chilenas al contar con la misma marca caracter�stica (la virgulilla m�s corta) y no poder distinguirse de estas. Posteriormente se ha postulado que existen dos diferencias para su catalogaci�n: estas monedas cuentan con un peque�o punto en la N de la palabra JUAN de la leyenda del anverso y adem�s las cifras que componen el 78 se encuentran algo separados, con el 8 ligeramente girado.
Las pesetas espa�olas
Las pesetas fabricadas en la F.N.M.T. cuentan con la virgulilla de la � de ESPA�A de tama�o normal y con un peque�o punto en la N de la palabra JUAN, al igual que las pesetas inglesas. En cuanto a las cifras incusas de la fecha de acu�aci�n, ambos n�meros se encuentra muy pr�ximos y verticales.
Los duros alemanes
Seg�n el estudio realizado por los numism�ticos Mir�, las monedas de 5 pesetas procedentes de los envases de la ceca alemana cuentan con una mejor calidad de acu�aci�n, distingui�ndose claramente del resto. Adem�s de una mejor definici�n de los dise�os, se pueden distinguir en la cruz superpuesta al orbe en la parte superior de la corona real del escudo. Por este motivo a esta variante tambi�n se la ha denominado como globo cruc�fero. [7]
Los duros espa�oles y canadienses
Los duros acu�ados en 1978 no cuentan con marcas diferenciadoras en sus punzones, pero si en su calidad. Las piezas realizadas en la F.N.M.T. y en la Royal Canadian Mint cuentan con una acu�aci�n algo menos definida y no se pueden diferenciar entre ellas.
Miguel �ngel Garc�a, en su trabajo �La Peseta� [8], afirma que las piezas de 5 pesetas acu�adas en 1978 tambi�n pueden diferenciarse por la fecha incusa en las estrellas de su reverso. Las producidas en la F.N.M.T. cuentan con las cifras que componen el 78 m�s peque�as, muy pr�ximas y verticales, y las fabricadas en Alemania y en Canad� algo m�s separadas y con el 7 ligeramente girado. Por lo tanto a�adiendo la diferenciaci�n en la calidad de la acu�aci�n, si se distingue la cruz del orbe o no, las monedas de las tres cecas pueden ser diferenciadas.
Los siguientes datos muestran la cantidad de moneda acu�ada por la F.N.M.T. de Madrid durante 1979, que como se puede observar fue tambi�n muy superior a la de las dos primeras series. Este a�o aument� considerablemente la circulaci�n de los valores de 25 y 50, m�s de un 40% con respecto a 1978:
Este a�o, si se emiti� una nueva cartera con monedas para coleccionistas en calidad PROOF, con todos los valores acu�ados de la serie [10].
Con estas nuevas aportaciones de moneda la escasez circulatoria se fue estabilizando hasta desaparecer por completo a finales de 1979. En el perio do 1977-78 la cantidad de moneda met�lica aument� en 189.409 millones de pesetas, y la de billetes en 201,3 millones. Con las emisiones de 1979, la calderilla circulante volvi� a aumentar en 119.899 millones de pesetas, pero disminuy� el n�mero de billetes en circulaci�n. En s�lo dos a�os, el incremento de moneda fabricada estuvo pr�ximo al 60%, equivaliendo a un 49% del total de la moneda en circulaci�n.[11]
NOTAS
[1]Todos los datos de acu�aci�n de moneda se han extra�do del libro �La Peseta. Cat�logo b�sico�, de Jos� Mar�a Aled�n.
2 6 de diciembre de 1978.
3 En 1976 y 1977, la F.N.M.T. emiti� unas carteras destinadas a coleccionistas con acu�aciones en calidad PROOF. La serie de 1978 no se emiti� en este tipo de estuches. Las tiradas fueron de 400.000 y 1.065.000 respectivamente.
4 �La Peseta. Cat�logo b�sico� de Jos� Mar�a Aled�n. Madrid. 1997.
5 La virgulilla es el signo ortogr�fico que forma parte de la letra ��. Este signo tambi�n es conocido como tilde.
6 Transformaci�n de la imagen creada por Jes�s Losada, extra�da del foro Imperio Numism�tico.
7 Cabe destacar la existencia de una variante de la moneda de 5 pesetas acu�ada en 1876 tambi�n denominada globo cruc�fero.
8 �La Peseta�, de Miguel �ngel Garc�a. 2009. Edici�n no venal distribuida a trav�s del portal Numisma.
9 Transformaci�n de las im�genes publicadas por Miguel �ngel Garc�a.
10 Con una tirada de 350.000 unidades.
11ABC, 25 de noviembre de 1979. P�gs. 131-132.
BIBLIOGRAF�A (V).
Los datos aportados a este trabajo han sido recopilados de las siguientes fuentes:
HISTORIA Y ECONOM�A:
- Hemerotecas de los peri�dicos ABC y LA VANGUARDIA.
[http://www.abc.es] [http://www.lavanguardia.com]
NUMISM�TICA:
- ALED�N, Jos� Mar�a. �La Peseta. Cat�logo b�sico�. Madrid. 1997.
- BAJO MIGU�LEZ, Juan Bautista. �Variantes en las acu�aciones del reinado de Juan Carlos I�. Madrid. 2002.
- GARC�A, Miguel �ngel. �La Peseta�. 2011. Edici�n no venal. Publicado en el desaparecido portal NUMISMA. [http://www.numisma.org]
- MAR�N GONZ�LEZ, Jos� Mar�a. �Vermonedas. Variantes y errores numism�ticos�. Madrid. 2004.
- CURIOSIDADES NUMISM�TICAS. Blog de Jos� Ram�n Vicente. Art�culos: �Monedas de Cart�n (II)� y �Fichas del Mercado de Barcelona�. [http://www.curiosidadesnumismaticas.blogspot.com]
- IMPERIO NUMISM�TICO. Foro numism�tico dedicado al estudio, y a la identificaci�n, de monedas, billetes y algunos objetos relacionados con la numism�tica.
[http://www.imperio-numism�tico.com]
- IDENTIFICACI�N NUMISM�TICA. Foro de numism�tica.
[http://www.identificacion-numismatica.com]
- Jos� Luis Mallor N��ez.
Tienda de coleccionismo �lossitioszaragoza� en el portal TODOCOLECCION.
- NUMISM�TICA BORR�S.
[http://www.numismaticaborras.com]
- Salvador Jen� Villagrasa.
Tienda de coleccionismo �canut� en el portal TODOCOLECCION.
- Jes�s Losada. Colaborador de IMPERIO NUMISM�TICO.
- Tomarini99
Tienda de coleccionismo �tomarini99� en l portal TODOCOLECCION.
- EBAY. Portal de subastas por internet.
- TODOCOLECCION. Portal de coleccionismo por internet.
[http://www.todocoleccion.net]
Este trabajo est� abierto a debate y a la aportaci�n de nuevos datos y conclusiones.
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