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Nummus Romae

La Rep�blica

La República

Por Jos� A. Jim�nez Peris

En las siguientes l�neas, vemos c�mo en Roma se instaura la Rep�blica y desaparece el ganado como unidad de cuenta para los intercambios comerciales, dando paso a lo que podr�amos definir como el antecedente m�s pr�ximo a la moneda.

Derrocado el rey Tarquino, el Senado acord� abolir la monarqu�a y castigar con la pena de muerte a quien tratara de restaurarla. Lucio Junio Bruto, esposo de la joven violada y Lucio Tarquinio Colatino fueron designados como primeros pretores de la nueva instituci�n. El t�rmino pretor era sin�nimo de c�nsul hasta que, a partir de 366 a. C., se denominaron con ese nombre a los magistrados que se encargaban de administrar justicia.

El Senado adquiri� mayores prerrogativas que con la monarqu�a pasando a refrendar, a trav�s de su auctoritas, los actos de los c�nsules, y extendiendo su competencia sobre la actuaci�n de otros magistrados y Comicios (�rganos de representaci�n p�blica del pueblo romano) en temas religiosos, conflictos entre magistrados, polic�a, indultos y conmutaciones de penas en los cr�menes, asuntos militares y financieras. La competencia sobre tratados internacionales le estaba reservada en exclusiva.

La llegada de la Rep�blica vino acompa�ada de una profunda crisis social que enfrent� a patricios y plebeyos. La expansi�n territorial implicaba una guerra continua y los plebeyos no pod�an cultivar sus tierras ni ejercer sus oficios por las continuas levas de soldados y la inseguridad derivada del ambiente b�lico. Para subsistir deb�an endeudarse y, al no poder pagar los cr�ditos recibidos, eran despojados de sus bienes y cuando esto no era suficiente se convert�an en esclavos.

El ambiente era tan desesperado que abandonaron la ciudad con la intenci�n de fundar otra. Ante esa situaci�n, los patricios solicitaron su regreso accediendo a nombrar dos magistrados llamados tribunos de la plebe para que defendieran sus prerrogativas. La situaci�n mejor�, pero no alcanzaron la igualdad de derechos hasta el a�o 300 a. C.

Cicer�n denunciando a Catilina en el Senado. Fresco de C�sar Maccari. Sala Maccari (Palazzo Madama) Senado de Italia.

Entre tanto, el engrandecimiento de Roma avanzaba mediante las guerras contra los latinos del Lacio, etruscos, umbros, galos cisalpinos, samnitas de la Campania y griegos de la Magna Grecia. En el a�o 509 a. C. final de la monarqu�a, el territorio romano abarcaba unos mil kil�metros cuadrados y en el 272 a. C. al t�rmino de la guerra en la Magna Grecia contra Pirro y Tarento, ten�a una extensi�n de 130.000 km�.

La conquista del sur de Italia estaba concluida, aunque debi� transcurrir un siglo m�s hasta que el valle del Po y Liguria se integraran definitivamente en los dominios romanos.

Pueblos de la pen�nsula italiana en el siglo IV a. C. www.google.es

La econom�a cambi� pasando a ser m�s comercial y dependiendo, por tanto, cada vez m�s del abastecimiento exterior.

El proceso expansivo gener� un desequilibrio productivo motivado por la necesidad de animales de tracci�n para el transporte de avituallamiento y pertrechos para el ej�rcito. Debido a ello, la ganader�a alcanz� una atenci�n privilegiada en detrimento de la agricultura por lo que la recolecci�n de cereales disminuy� notablemente obligando a la importaci�n.

De igual forma se desarrollaron espectacularmente la miner�a y la metalurgia con objeto de abastecer los requerimientos militares y la construcci�n de calzadas, que tanta importancia tuvieron para la estructuraci�n del territorio.

A mediados del siglo V a. C., el ganado dej� de utilizarse como referencia comercial y comenzaron a emplearse como medios de pago, r�sticos trozos de oricalco (aleaci�n de cobre y zinc), que no ten�an forma definida ni dise�o alguno. Eran los aes rudes cuyo valor ven�a dado por su peso que oscilaba entre 8 y 600 gr. Se trataba de la pecunia pesata.

As rudes. http://www. forumancientcoins.com

As rudes. www. google.es

M�s tarde, se les dio forma a estos bloques adoptando cada emisor la que mejor le pareci� y de aes rudes pasaron a ser aes formatum.

As signatus. Forma de nuez, 13,10 gr.

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As signatus. Forma de palmeta, 21,66 gr. de peso.
As signatus. Forma de bellota con un peso de 9,79 gr.

A finales del siglo IV a. C. aparecieron los ases signatum. Eran lingotes en los que se introdujeron adornos de animales, ganado principalmente, pecus, de donde se deriva la palabra pecunia, como acepci�n de dinero. Tambi�n se adornaron con plantas, granos de cereales u otros motivos como anclas, tridentes, b�culos sacrificiales, etc.

Su valor equival�a al de cinco libras griegas (una libra ≈ 327,5 gr)

As signatus. Elefante y jabal�.
Dibujo de un ramo seco.
As signatus. Caduceo, tridente y ancla.
As signatus. Tridente y caduceo. www.google.es

Pr�xima entrega: As grave (I). Nace la moneda

Bibliograf�a

Historia Antigua. A. Santamar�a. Editorial Prensa Espa�ola.

www.formancientcoin.com

www.coinarchives.com

www.wildwinds.com/coins/.

Jos� A. Jim�nez Peris

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