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Manuel de Falla: el último billete de 100 pesetas

Manuel de Falla: el último billete de 100 pesetas

Por Vanessa Montesinos Muñoz

miércoles 05 de octubre de 2016, 04:29h

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Hablaremos en este artículo de uno de los billetes de mi infancia, el dedicado a Manuel de Falla, como homenaje a su labor artística. El último billete de 100 pesetas fue encargado por el Banco de España el 17 de noviembre de 1970, pero no se puso en circulación hasta el 20 de marzo de 1974. En el anverso vemos el busto del genial compositor gaditano, grabado por Antonio Manso Fernández; el mismo que aparece en la marca al agua. En el reverso Daniel Carande grabó el Patio de los Surtidores del Generalife de Granada. Impreso en litografía y calcografía, su tamaño es de 134 x 77 mm.

Anverso y reverso del billete de 100 pesetas de 1970. Foto cortesía Félix Cuquerella.

Con la instauración de la Monarquía (1975) y las posteriores devaluaciones de la moneda a causa de las crisis económicas, el Ministerio de Hacienda creó una Comisión para el Estudio y Modificación del Sistema de Moneda Metálica. El Banco de España estaba a favor de la desaparición del billete de 100 pesetas, pero las monedas acuñadas en 1975 y 1980, eran demasiado grandes y apenas llegaron a circular. La Comisión emitió un informe en noviembre de 1981 en el que anunciaba la necesaria modificación del sistema monetario del país. Ese fue el principio del fin de nuestro billete de 100 pesetas, en 1982 se puso en circulación la moneda de 100 pesetas, conocida como la chocolatina, una de las monedas mejor aceptada por el público. Este billete comenzó a ser retirado por los bancos, aunque siguió siendo de curso legal hasta la instauración del euro.

Manuel María de los Dolores Falla y Matheunació en Cádiz el 23 de noviembre de 1876. Sus primeras clases de solfeo las recibió de su madre, que era intérprete de piano. Continúa sus estudios musicales aprendiendo armonía y contrapunto. A los quince años la literatura y el periodismo pasan a un primer plano, fundando con unos amigos la revista literaria El Burlón y participando en El Cascabel. En 1893 asiste a un concierto en Cádiz que le hace descubrir su auténtica vocación. Viaja a Madrid donde ingresa en el Conservatorio de Madrid. Felipe Pedrell fue uno de sus profesores y quién le abrió las puertas al conocimiento de la música española. Con su primera ópera La vida de Inés, ganó el primer premio de un concurso convocado por la Real Academia de Bellas Artes.

A principios del siglo XX viaja a París, donde conoce a Claude Debussy, Maurice Ravel e Isaac Albéniz, cuya influencia es patente en Noches en los jardines de España; consta de tres movimientos: “En el Generalife”, “Danza lejana” y “En los jardines de la Sierra de Córdoba”. A su regreso a España, en 1914, compone sus obras más célebres: El amor brujo, El sombrero de Tres Picos, las Siete canciones populares españolas para voz y piano y Fantasía bética para piano. También realizó una adaptación del Retablo de Maese Pedro, uno de los episodios de Don Quijote, con Ignacio Zuloaga, a quién le unía una gran amistad, y se encargó de los decorados y las maquetas.

Los últimos veinte años de su vida, los pasó trabajando en la cantata escénica: La Atlántida, basada en un poema de Jacint Verdaguer, en el que veía reflejadas sus preocupaciones filosóficas, religiosas y humanísticas. En 1939, poco después del fin de la Guerra Civil tuvo que exiliarse en Argentina, donde falleció el 14 de noviembre de 1946. Fue su discípulo Ernesto Halffter quién finalizó esta partitura. Sus restos descansan en Cádiz, en la cripta de la catedral de Santa Cruz.

Manuel de Falla es uno de los compositores españoles más importantes del siglo XX, junto a Isaac Albéniz, Enrique Granados, Joaquín Turina y Joaquín Rodrigo. No fue muy productivo, pero sus obras son prácticamente perfectas. En sus primeras partituras la paleta sonora es variada, mientras que en sus últimas composiciones su estilo fue haciéndose más austero y conciso.

Retrato de Manuel de Falla por Ignacio Zuloaga. Ayuntamiento de Madrid.

El Banco de España eligió el cuadro que pintara su amigo Ignacio Zuloaga de un Manuel de Falla en edad madura, cuando en 1932 se alojó en casa del pintor para acudir a la inauguración del Museo de San Telmo que el pintor abrió en Zumaia. En la actualidad, este cuadro pertenece al Museo Ignacio Zuloaga-Castillo de Pedraza en Segovia.

La imagen de este mismo cuadro se utilizó en un sello de 25 pesetas para correo aéreo de 1947. Fue grabado por Carlos Velamazán e impreso en calcografía por la F.N.M.T. Su tamaño es de 29 x 25mm.

Sello Manuel de Falla (1947).

En el reverso de nuestro billete aparece el Patio de los Surtidores, nombre dado por los caños que hacen que los chorros se crucen, pero su verdadero nombre es el de Patio de la Acequia o Patio de la Ría, en el Generalife. Se asienta sobre las pendientes del Cerro del Sol. Existen varias interpretaciones sobre el significado de su nombre, unos historiadores están a favor de Yannat al-Arif o Huerta del Alarife (arquitecto); y otros abogan por otra traducción: El más excelso jardín. Se convirtió en lugar de recreo para los reyes granadinos cuando éstos deseaban salir de la Alhambra. Se construyó a mediados del siglo XIII y a principios del siglo XIV, el segundo sultán de la dinastía nazarí: Abu I-Walid Isma'il, lo redecoró. Esta finca de recreo y explotación agrícola estaba situada fuera de las murallas de la Alhambra, y se accedía a él por medio del Barranco Aikabia, la actual Cuesta de los Chinos, que ascendía desde el río Darro.

Patio de la Acequia. Foto de la autora.

Actualmente el Patio de la Acequia conecta dos conjuntos de edificaciones. Las continuas modificaciones y restructuraciones hacen complicado conocer su aspecto original. Su planta se planteó similar a la del Patio de los Leones, pero el terreno obligó a que se creara un espacio estrecho y alargado, con una acequia central. Se concibió como un jardín interior con un mirador situado en el lado oeste, frente a él se alzó una pared alta con alero corrido que lo cerraba. Esta tapia fue rebajada tras la conquista de los Reyes Católicos, los cuales añadieron un estrecho corredor en el que aún se pueden ver sus escudos con el yugo, las flechas y el conocido lema de “Tanto Monta…” El mirador conserva en su interior la decoración de yeserías de los siglos XIII y XIV. Las ventanas bajas permiten ver, al que está sentado en el suelo, el paisaje que les rodea. En el centro vemos la citada Acequia Real, que abastece de agua los huertos, está flanqueada por surtidores cuyos chorros se cruzan, éstos fueron instalados en el siglo XIX. En los años 50 del siglo XX una excavación sacó a la luz su primitivo estado, documentándose doce caños.

Bibliografía

  • A.A.V.V.: Catálogo especializado. Billetes de España. Editorial Edifil. 3ª Edición. Madrid, 2002.
  • FERIA, Rafael: La Peseta. Historia de una época. Ed. Recoletos Grupo de Comunicación, S.A. Madrid, 2002.

Biografías y vidas

Manuel de Falla:

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/falla.htm

LA ALHAMBRADE GRANADA:

https://www.alhambradegranada.org/es/info/elgeneralife/informaciongeneralife.asp

LA ALHAMBRA Y EL GENERALIFE:

http://www.alhambra-patronato.es/index.php/patio-de-la-acequia/178/0/

Por Vanessa Montesinos Muñoz

Perito Antiques

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