Artículos Numismática

La Mitología y la Moneda Egina

Por José A. Jiménez Peris

Miércoles 07 de enero del 2015

Cuenta una de las antiquísimas leyendas de las que se hace eco Higinio (Fábula LII) cómo Asopo, dios del río del mismo nombre que discurre por el Pelponeso, tenía una hija tan bella que Zeus se enamoró de ella e, instigado por Afrodita, decidió raptarla. Asopo, alertado por Sísifo, rey de Corinto, de la desaparición de la ninfa Egina, se desbordó inundando el territorio para hacer salir a la pareja de su escondrijo en el bosque. Lo consiguió, pero Zeus lo detuvo con sus rayos obligándolo a volver al cauce. A continuación, el rey del Olimpo, transformado en águila, llevó a su amada a la isla Eone, donde le construyó una lujosa morada.



Como fruto del idilio nació Eaco, un niño tan bien dotado de virtudes que su padre intentó hacerlo inmortal. No pudo lograrlo porque las Moiras lo impidieron.

“Egina y Éaco esperando la llegada de Zeus”, de Ferdinand Bol. Museo de Meininger (Alemania).

Las Moiras eran unos personajes que controlaban el hilo de la vida de cada mortal desde su nacimiento hasta la muerte. Los dioses les estaban sometidos y sólo Zeus podía retrasar, pero no impedir, sus dictados.

Eran tres: Cloto, la hilandera, que tejía la hebra de vida (izquierda), Láquesis, la encargada de fijar la longitud del hilo (derecha) y Átropos, la inexorable, []que se ocupaba de cortar el cordón cuando llegaba la hora de la muerte (fondo).

“Un hilo dorado”. John Melhuish. Tate Gallery Londres (Las Moiras, controladoras del destino)

Cuando la pasión del voluble Zeus se enfrió, Egina abandonó la isla y se trasladó a Tesalia donde se casó con Áctor. De esta unión nació Menecio que fue uno de los argonautas y padre de Patroclo, compañero de Aquiles.

Transcurrido un tiempo, llegaron a Hera las noticias de la nueva infidelidad de su marido y, dominada por los celos, decidió vengarse enviando una plaga que arrasó la isla causando la muerte de todos sus habitantes excepto Éaco. Éste, desesperado ante la adversidad, solicitó la ayuda de su padre y el dios acudió a socorrerlo convirtiendo las hormigas del territorio en hombres que fueron conocidos como Mirmidones, inmortalizados por Homero en la “Iliada” por su arrojo durante la Guerra de Troya comandados por Aquíles.

De Éaco se decía que había ayudado a Poseidón y a Apolo a construir las murallas de Troya y que, cuando fue elegido rey de Eone, cambió el nombre de la isla por el de Egina en honor a su madre. Casó con una princesa de Megara y de su matrimonio nació Peleo, padre de Aquiles.

Una fantasía aparecida mucho tiempo después sugería que Alejandro Magno era descendiente de Éaco por línea materna.

Egina y la vecina Atenas eran enemigos irreconciliables desde que la primera se independizó de Epidauro y, según un relato, se apoderó de las estatuas de madera de olivo ateniense de las divinidades Damia y Auxesia, talladas siguiendo la recomendación del oráculo de Delfos para acabar con la pertinaz sequía que soportaba Epidauro. Atenas, que consideraba las esculturas como suyas, las reclamó a Egina, pero ésta se negó a devolverlas naciendo así la enemistad.

La realidad es que posiblemente existiera entre ambas ciudades una gran competencia comercial y naval que facilitó el desencuentro.

Egina disfrutaba de una posición geográfica estratégica en el cruce de las principales rutas comerciales entre el Peloponeso y el Ática y cerca del istmo de Corinto, La isla conoció un desarrollo comercial considerable y construyó progresivamente una flota que no tenía rival en Grecia. Sus ciudadanos se enriquecieron gracias al comercio y fundó una colonia en Creta.

https://fr.wikipedia.org/wiki/Utilisateur:Sting.

Como consecuencia de su poderío comercial, imitó a Lydia y acuñó moneda desde la segunda mitad del siglo VII a. C. Se cree que fueron las primeras emitidas en la Grecia continental. Para su diseño eligieron el símbolo de Afrodita.

La diosa nació en las proximidades de la isla al ser fecundada la espuma de una ola por unas gotas de la sangre de Urano, que cayeron al mar cuando fue mutilado por Cronos y eligió el caparazón de la tortuga como distintivo porque una de ellas la había rescatado de las olas llevándola a tierra.

“El nacimiento de Venus (Afrodita)”, Sandro Botticelli. Galería Ufizzi. Florencia.

Existían monedas de distintos tamaños y pesos. Su forma era irregular y en el anverso se imprimía una tortuga marina, aunque también hubo casos en que la tortuga era terrestre.

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Estátera batida entre 650-600 a. C.

Anverso: Tortuga marina con un dibujo de puntos en forma de T sobre el caparazón.

Reverso: Cuadrado incuso con dibujo tipo “Unión Jack” (bandera inglesa) con tres secciones rellenas.

Superficie lisa en el anverso y ligeramente rugosa en el reverso.


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Estátera emitida entre 525-475 a. C.

Anverso: Tortuga marina.

Reverso: Cuadrado incuso dividido en cinco triángulos, uno relleno.

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Óbolo acuñado entre 525-475 a.C.

Anverso: Tortuga con un pesado collar y tres grandes puntos sobre el caparazón.

Reverso: Cuadrado incuso con dibujo sesgado.

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Estátera batida entre 510-485 a. C.

Anverso: Tortuga marina.

Reverso: Dibujo sesgado incuso.

http://wildwinds.com/coins/greece/aigina/SNGCop_504.jpg

Hemidracma emitido entre 510-490 a. C.

Anverso: Tortuga marina.

Reverso: Cuadrado incuso dividido en ocho partes, cinco hundidas y tres rellenas.

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Estátera acuñada entre 480-475 a. C.

Anverso: Tortuga marina con dibujo de puntos en forma de T sobre el caparazón.

Reverso: Gran cuadrado incuso.

http://wildwinds.com/coins/greece/aigina/SNGCop_520.jpg

Dracma batido entre 350-338 a. C.

Anverso. Tortuga de tierra con el caparazón segmentado.

Reverso: Gran cuadrado incuso con dos glóbulos en el segmento inferior izquierdo.

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Dracma emitido entre 350-338 a. C.

Anverso: Tortuga de tierra vista desde arriba.

Reverso: Cuadrado incuso dividido en cinco secciones con un delfín en la superior izquierda, Γ en inferior izquierda y Α-I en inferior derecha.

Bibliografía

Fábulas de Higinio. The Theoi Classical. E-Texts Library

José A. Jiménez Peris

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