ND© La noticia ha saltado a las páginas de los diarios impresos y digitales de todo el mundo: “El Vaticano comete errores tipográficos en sus emisiones monetarias…”. Se trata de que al grabar una emisión de una medalla conmemorativa de la llegada al Pontificado del Papa Francisco, la diseñadora de la Ceca de Roma grabó en la leyenda del reverso en latín una “L” en lugar de la “I” de “Iesus”. La emisión fue retirada inmediatamente de la venta. (Leer+)
El Ufficio di Stampa del Gobernatorato del Vaticano (Gabinete de Prensa) ha tenido que salir al paso de un “incidente” numismático extramuros de la Santa Sede. Como viene siendo habitual en los últimos papados, el Ufficio Filatelico e Numismatico de la Citta del Vaticano, emitió una medalla conmemorativa dedicada a celebrar la llegada al Pontificado del Papa Francisco, quien tras la renuncia al trono de San Pedro de Benedicto XVI, fue elegido el 13 de marzo de 2013 en la quinta votación efectuada durante el segundo día de cónclave.
Para ello, el estado emisor, el Vaticano, como viene siendo habitual desde hace más de cien años, puso en manos del Istituto Poligrafico e Zecca dello Stato (entidad emisora de Italia) y en concreto con la Ceca de Roma, la realización de la medalla. Para ello, la ceca de Roma decidió que fuera la artista Mariangela Crisciotti, quien la diseñara y grabara, para ser posteriormente acuñada en oro, plata y bronce, con 44 mm. de diámetro.
Pero Crisciotti cometió un error al grabar la leyenda del reverso, que como es tradicional en las emisiones vaticanas se escribe siempre en latín. El caso es que en el nombre de “Iesus” (Jesús), en vez de una “I” latina, grabó una “L”, con lo que el nombre del Hijo de Dios pasó a ser “Lesus”…
A un no siendo un error propio, el portavoz de la Santa Sede dijo que el Vaticano es culpable del error y que el fallo ocurrió “durante la preparación y no en la ejecución”. Es decir, que en la modelación en yeso se cometió el error que no fue detectado al hacerse la comprobación en el Vaticano.
En el anverso de la medalla, aparecía el Pontífice y a la derecha, el apellido del autor, todo ello rodeado de la frase “Franciscus Pont. Max. AN. AN. I”.
El canto es liso con la leyenda “E Civitate Vaticana” y el número de la medalla. Cada ejemplar va acompañado por un certificado de garantía y sellado por la Secretaría de Estado del Vaticano y la Ceca de Roma.
Para el reverso, la diseñadora Mariangela Crisciotti eligio el grabado de una imagen central del pasaje del Evangelio según San Mateos, en el que se destacaba la figura de Mateo el publicano o recaudador de impuestos y a Jesús diciéndole “Sígueme”. El diseño está rodeado por la leyenda “Vidit ergo I (error de la L) esus publicanum et quia miserando arque eligendo vidit, ait ille sequere me” (Luego vio Jesús a un publicano y como le vio que tenía misericordia lo eligió y le dijo Sígueme).
La frase, grabada por la representación de la vocación de Mateo, señaló el joven Jorge Mario Bergoglio, cuando tenía diecisiete años, en la fiesta de San Mateo de 1953, y experimentó de manera particular la presencia amorosa de Dios en su vida.
La medalla fue retirada inmediatamente durante el primer día de su venta. La emisión consistía en 200 medallas de oro, 3.000 en plata y otro tanto en bronce. En total 400 estuches de los que se vendieron cuatro.
Si (
No(
