Pedimos disculpas por lo farragoso de las explicaciones de la formación de los errores pero creemos que son inevitables para comprender la génesis.
Errores por rotura del papel:


Rotura simple del papel:
En los billetes cuyas imágenes ponemos, Rosalía y Falla, vemos que se produjo una rotura del papel, de forma irregular, antes de iniciarse la impresión. Posteriormente se dobló el papel hacia la cara del reverso y a continuación se efectuó la impresión de fondos, calcografías de reverso y anverso y numeración, sin que el papel se corrigiese. Finalmente se produjo el guillotinado del billete que origina los límites rectos del papel sobrante.


Rotura por desgarro del papel:
En los dos billetes que comentamos el proceso ha sido similar. Se han estampado los fondos y la calcografía del reverso con normalidad; antes de entrar en la impresora del anverso ha sufrido un enganchón que ha roto y arrugado el papel dejándolo en forma de acordeón y se ha impreso la calcografía del anverso. Naturalmente, si se estira el papel queda una impresión a bandas de calcografía, litografía de fondos.


Errores por arrugas en el papel:
Estos son los errores que se producen con más frecuencia. El pliego se arruga en un momento determinado de la estampación y, normalmente, el papel permanece arrugado hasta después de cortados los billetes. El billete es más interesante cuanto mayor es la parte no impresa.
Lo más corriente es que la arruga se produzca justo después de la impresión litográfica de los fondos por lo que la falta de impresión se observa tanto en anverso como en reverso, tal como se ve en los billetes de Galdós y el 5.000 de Juan Carlos. Es muy raro encontrar un ejemplar en el que la arruga se produce, prácticamente, al final del proceso, justo antes de la estampación de la numeración, como se ve en el 10000 de Juan Carlos en el que, además, la arruga ha roto el número inferior, lo que, junto con la deformación que produce la anchura de la arruga en los bordes del billete, hace un ejemplar muy interesante.

Errores por doblez en las esquinas del pliego:
Como es lógico estos errores solo pueden ocurrir en los billetes esquina del pliego y su interés como billete de colección aumenta proporcionalmente con el tamaño del papel doblado.
Igual que hemos comentado anteriormente, los dobleces causantes del error pueden ocurrir en cualquier momento de la estampación y en función de ello el aspecto del billete variará. Veamos algunos ejemplos con la interpretación de cómo se ha producido el error.

Doblez antes de la impresión litográfica:
Analizamos el billete de Galdós serie 1J. El billete ocuparía el primer lugar de la última fila del pliego. El papel se dobla hacia el anverso con un tamaño igual al del espacio en blanco. Con el papel doblado se imprimen los fondos litográficos de anverso y reverso y, posteriormente la calcografía del reverso y del anverso. A continuación, el papel se desdobla y se imprime la numeración, quedando la superior en el espacio que antes tapaba el doblez. Sigue desdoblado el pliego y se pasa al guillotinado con lo cual el papel sobrante, que llevaba parcialmente impreso el anverso, desaparece.

Doblez a continuación de la impresión litográfica:
El billete de Echegaray, serie 6A (incluimos el anterior en numeración como curiosidad de colección), ocuparía el primer lugar de la segunda fila del pliego. El de la primera línea no se habría impreso al doblarse el papel, hacia el reverso, a continuación de imprimirse los fondos de anverso y reverso. Con el papel doblado se efectúa la estampación del reverso que queda parcialmente impreso en la cara opuesta. Se imprime el anverso y sin desdoblarse el papel se procede al guillotinado. El doblez es complicado de imaginar y uno similar lo veremos en último lugar. Tanto en anverso como en reverso se ven las rayas coloreadas de centrado y en el papel sobrante, en su cara en blanco, se observa el relieve de la calcografía del anverso.

Doblez a continuación de la impresión calcográfica del reverso:
El billete de Falla, serie 1T, se situaba en último lugar de la primera fila. Impreso sin problemas hasta el reverso, a continuación se dobla la esquina derecha del pliego impidiendo la estampación completa del anverso. Continúa el proceso de impresión sin que desdoble el papel hasta que el billete queda individualizado.

Doblez a continuación de la impresión calcográfica del anverso:
Billete de Galdós serie 5M. El billete ocupaba el primer lugar en la primera fila por lo que se ve, parcialmente, las líneas de centrado. En este caso el pliego ha sido estampado con normalidad pero antes de ser numerado se ha producido el doblez en su esquina superior izquierda por lo que parte de la numeración superior no se ha impreso. Posteriormente ha pasado al guillotinado sin que se haya desdoblado con lo que el papel sobrante aparece en forma poligonal.


Doblez finalizada la impresión y numerado:
Los pliegos de los billetes de Falla y Echegaray que presentamos, último y primero de la última fila, justo antes del proceso de guillotinado han sufrido un plegado de sus esquinas y el corte del papel no ha sido completado.
El billete de Falla tiene un segundo error por cuanto la numeración inferior está desplazada inferior y oblicuamente respecto a su posición correcta. Ignoramos como se ha podido producir el error de numeración ya que aunque el billete, que no ha circulado, presenta tres dobleces provenientes de la estampación con ellos no es posible reconstruir un posicionamiento normal. Es de suponer que el pliego tendría más dobleces que justificarían el desplazamiento.

Adjuntamos la imagen de un billete de 5.000 pesetas de Juan Carlos I que consideramos de gran espectacularidad y rareza. El billete ocupaba la última posición de la segunda fila del pliego. Incluimos una reconstrucción de cómo ocurrió el error: Después de completada la estampación total se dobla en diagonal la esquina del pliego y verticalmente el borde, ambos hacia el reverso, a continuación se dobla, de nuevo, la esquina hacia abajo paralelamente al borde del billete y posteriormente ocurre el guillotinado. Por supuesto la explicación me la proporcionó un experto impresor y aficionado a la papiroflexia ya que tanta complicación se escapa a mis conocimientos.