Sin embargo, para que Roma prosperase, estos varones debían resolver un problema básico: necesitaban mujeres. Como no las tenían, Rómulo convocó a una fiesta a los habitantes de las montañas colindantes, las montañas sabinas. Los sabinos acudieron con su rey, Tacio al frente.

La antigua tradición romana cita a un rey sabino llamado Titus Tatius (748 a.C.) y que de ese rey nació una estirpe... la gens Tituria. Fue este rey de los sabinos quien, poco después del rapto de sus súbditas por Rómulo, declaró la guerra a los raptores.

De forma brusca, Rómulo y sus amigos se lanzaron sobre las esposas e hijas de los sabinos. Se produjo entonces un enfrentamiento entre los patricios de Rómulo y los sabinos de Tacio: es el famoso episodio conocido como el “Rapto de las sabinas”.
Fueron precisamente las mujeres sabinas quienes se interpusieron entre ambas facciones y solicitaron a voces el final de la violencia. Los varones accedieron, se puso fin a la contienda y ambos pueblos se fusionaron bajo el mando inicial de Rómulo. A ellos se asociaron contingentes de personas procedentes de Etruria. Se constituyó entonces una asamblea popular que tras la muerte de Rómulo, designó como sucesor a Numa Pompilio, de procedencia sabina.

El denario que cuenta este hecho, es un denario republicano acuñado por la gens Tituria (solo acuñó en plata y bronce). En el anverso vemos a un busto desnudo, mirando hacia la derecha, del rey sabino Tatius, con espesa barba y delante de éste una palma. Detrás le leyenda “SABIN(US)”. El reverso muestra dos soldados de Rómulo enganchando fuertemente a una mujer sabina y encima una luna, debajo de una estrella de seis puntas. En el exergo, y bajo una línea, “Lucius TITVRI (US)”, el magistrado monetario de dicha gens. De sus orígenes acerca de si fueron plebeyos o patricios no se sabe.

En definitiva, el denario es una muestra material de cómo se entroncan las gens en torno a un antepasado mítico, aglutinante y fundamento político en la sociedad republicana. En este caso, Tatius, es el antepasado mítico de la familia Tituria. Una vez más, las monedas, como documentos históricos y de primer orden que son, nos muestran del uso que se hizo de ellas como medios políticos y propagandísticos.