
Estos sellos están recogidos en todas las publicaciones, pero muchos comerciantes y algún catálogo de subasta resalta la existencia de sellos en seco sobre algunos de estos billetes, dándoles un valor muy superior al habitual. Estos sellos no tienen nada de especial, pues son los sellos del Banco de Comercio, Banco de Vizcaya y de la Caja de Ahorros Vizcaína, en el caso de los talones de Bilbao, o el sello de la Caja de Ahorros de Santander, los cuales cumplen la misma función que el sello de tinta al cual suelen sustituir. Estos sellos, al no ser bien identificados, los comerciantes han creído descubrir una nueva variante coleccionable y sobre todo más cara.
Como hecho aislado conocemos, sobre un billete de 100 pesetas, de la emisión de 1936 y antefirma de la Caja de A. y M. P. M. de Bilbao, un sello violeta con la leyenda: “BANCO DE SANTANDER Nº 008286 SANTOÑA”, sello muy interesante ya que confirma que el billete se aceptó en la provincia de Santander, último lugar donde combatieron los gudaris de Euzkadí antes de rendirse a las tropas italianas.
Al ser tomadas por las tropas de Franco las regiones de Euzkadi y Santander, los gobiernos regionales se trasladaron a Barcelona, donde siguieron con la ficción de ejercer sus competencias sobre un territorio que no ocupaban. El gobierno de la Generalitat les autorizó a seguir emitiendo billetes, en cantidades limitadas, y que circulasen en el ámbito de Cataluña. Para regular esta circulación exigió que sobre los billetes de Bilbao se estampase un sello que los validase. Los sellos conocidos son:


- Sello redondo, en rojo, azul o negro, de 45 mm., con la leyenda “DELEGACIÓN DE HACIENDA DEL GOBIERNO DE EUZKADI EN CATALUÑA” rodeando al escudo de Vizcaya, éste enmarcado en laureles. Sellos muy raros, especialmente los colores azul y negro, más frecuente en los valores de 5 pesetas de la emisión de 1937.
- Sello violeta, del mismo tipo que el anterior, pero con la leyenda “EUZCADIKO CATALUNYAN – ORDEZKARITZA = ZEMBATZA”. (Delegación de Euskadi en Cataluña = Contaduría). Sello todavía más raro que el anterior.


- Sello violeta, igual que los anteriores, en diámetro de 28 mm. y leyenda “Gobierno de Euzkadi – Euzkadi´ko Jaurlaritza – HACIENDA” (Gobierno de euskadi - Gobierno de Euskadi – Hacienda.). Es el sello más frecuente de los cuatro tipos.
- Sello idéntico al anterior pero de 31 mm., más raro que el de 28 mm. y normalmente con la tinta muy fresca lo que nos hace pensar que fue impreso con posterioridad al de 28 mm. y que circularon muy poco tiempo al tomar Barcelona las tropas “nacionales”.
Estos sellos se encuentran, habitualmente, sobre la emisión de 1937, y sólo de manera muy excepcional los hemos visto en los de la emisión de 1936, varios sobre los talones de 5 pesetas y solamente una vez sobre un 25 pesetas y dos sobre el 100 pesetas.
Sobre los billetes de Santander se estampó el siguiente sello:
- Sello violeta, con la leyenda “DELEGACIÓN DE INDUSTRIA Y COMERCIO DE SANTANDER EN CATALUÑA”. Sello redondo de 39 mm. con la leyenda rodeando al escudo de España coronado por corona mural. Es un sello rarísimo que solo conocemos sobre billetes de 100 pesetas.

Billetes de Asturias
Los talones emitidos por la Caja Central de Depósitos del Consejo de Asturias y León, con fecha 5 de Noviembre de 1936, fueron puestos en circulación con la expectativa de su inmediata retirada en cuanto hubiese suficientes billetes del Banco de España para poder realizar su canje.
Esta ocasión se creyó que había llegado en el mes de febrero. La Consejería de Hacienda comunicó a través del periódico “Avance”, en fecha 9 de febrero, que por haber existencia suficiente de billetes del Banco de España se permitirá “recoger sin apuros de ninguna clase los talones de la Caja Central de Depósitos, que vayan ingresando, normal y diariamente...”, lo que “se efectuará en el Banco de España y en la banca privada”. El 13 de febrero se publica un decreto en el que se indica las normas para canjear los talones, en el plazo de 30 días: “Para ello se tomarán todos los talones presentados y se devolverán 200 pesetas de los mismos, estampillados con un sello que indique “vencimiento prorrogado”, para poder cubrir las necesidades inmediatas mientras se canjean los talones”.

A causa del decreto anterior, se estampó en los anversos de los talones, un sello con un cajetín con la leyenda “CONSEJERÍA DE HACIENDA VENCIMIENTO PRORROGADO MARZO de 1937 Nº...”. La estampación se hizo por medio de tampones en colores, violeta, azul, negro y rojo, por este orden de frecuencia.
No se conoce la función del número impreso en el cajetín aunque se ha especulado con la posibilidad que indique el día en que fue colocado, siendo el número 1 el primer día en que comenzó a estamparse, y el 60, último número que conocemos, el de finalización.
Al no conseguirse los billetes previstos del Banco de España, se prorrogó el plazo de estampillado hasta el 8 de abril, y al seguir esta situación se estampillaron prácticamente todos los talones en circulación, incluidos los nuevos que se iban sacando, por lo que es casi imposible encontrar estos talones sin el sello de “Vencimiento prorrogado”, especialmente en los valores altos, ya que nadie se arriesgó a que se les invalidara una cantidad de dinero muy alta para la época.
Conocemos algún talón con doble estampación del cajetín que, curiosamente, no tienen el mismo número, lo que parece indicar que algún funcionario estimó que debería “resellarse” el talón al haberse efectuado una prórroga.
Sellos no oficiales sobre billetes del Consejo de Asturias y León
En el año 1992, apareció algún billete de los emitidos por la Caja de Depósitos el 5 noviembre de 1936, con el sello con la leyenda “VALEDERO EN TODA LA PROVINCIA SANTANDER”, enmarcada en un rectángulo.
A pesar de no tener pruebas documentales, el sello podía considerarse, en principio, como auténtico, ya que en noviembre y diciembre de 1936, tres batallones de Santander y dos vascos llegaron a reforzar el frente de Oviedo y batallones asturianos estuvieron acuartelados en Castro Urdiales, por si eran necesarios para reforzar el frente de ataque a Villareal (Álava). Estas fuerzas podrían, gracias a la validación del sello, utilizar los billetes asturianos fuera de los límites de Asturias.

El billete de 100 pesetas comenzó a circular el 7 de octubre y los otros tres, en el mes de septiembre. Teniendo en cuenta que la provincia de Santander estaba en manos “nacionales” el 1 de septiembre de 1937 y que la circulación de los billetes de Santander y Bilbao podían circular libremente en Asturias y viceversa desde el 8 de diciembre de 1936 (noticia publicada en el periódico “Avance” de Gijón, en esa misma fecha), sólo podemos pensar que el sello o es una falsificación moderna o es un sello de la época elaborado para otro fin, y que se ha estampado recientemente. Aconsejamos que se considere esta impronta, como sello falso.
También conocemos un sello en rojo con la leyenda “HABILITADO SANTANDER”, sobre un sello de 100 pesetas de 1937. Nos encontramos con las mismas dificultades anteriores, por lo que creemos, igualmente en su falsedad.