�As�, de repente, sin m�s?

Claro est� que no. Previamente al soniquete popular anidado en nuestras neuronas, hemos asistido al incesante bombardeo de emisiones numism�ticas que tienen como motivo principal al herb�voro de los cuentos de Heidi: la cabra, que cuando crece se convierte hasta en carnero.

Tal profusi�n de cabras, eso s�, amonedadas en metales preciosos, no tiene nada que ver con los movimientos ecologistas, ni con los amantes de la naturaleza campestre. Todo lo contrario, es por motivos puros y llanamente comerciales, por razones de marketing brutal que pretende (y lo consigue) explotar hasta el �ltimo c�ntimo de los bolsillos de los coleccionistas e inversores numism�ticos asi�ticos. Concretamente de las arcas cada vez m�s pudientes de los coleccionistas chinos y de sus conciudadanos, deseosos de acaparar todo lo que haga referencia a sus tradiciones culturales, sobre todo si vienen en formatos de oro y plata.

S� se�ores (y ��oras), la cabra ha llegado. Exactamente entr� en la pasada noche del mi�rcoles 18 de febrero y lo hizo en forma de la simbolog�a del A�o Nuevo 2015. La cultura oriental se�ala este a�o 2015 como el de la cabra seg�n la rotaci�n del hor�scopo chino con ciclos de 12 a�os. Si el 2014 fue el a�o del caballo, este va a ser el de la cabra y el que viene, 2016, el a�o del mono.

Aunque no todos comenzaron la celebraci�n caprina la pasada noche, nada de eso. Las grandes f�bricas de amonedar productos competitivos que ganen su mayoritaria cuota de mercado, llevan llenando los ojos y �lbumes de los coleccionistas desde el pasado junio de 2014. Fue la prestigiosa Casa de Moneda brit�nica Royal Mint la que primero se lanz� a colapsar los mercados internacionales con sus �libras caprinas� en oro. De inmediato, o casi a la par, Royal Canadian Mint, Royal Australian Mint, Perth Mint y un largu�simo etc�tera se lanzaron a ofertar dise�os de cabras, chivos, machos cabr�os y todo tipo de ganado domesticado o mont�s. Hasta la seria y siempre continuadora de la �Grande� francesa, Monnaie de Paris, busc� la triqui�uela de la emisi�n de �F�bulas de La Fontaine� para meter casi de tapadillo una chevr� (cabra gala) en 10 euros de plata. Y as� podr�amos seguir p�rrafos y p�rrafos, pa�ses y pa�ses, cecas y cecas�

�Todas las cecas? No, todas no. Como en los c�mics de Ast�rix, en una esquinita del mapa, un irreductible poblado se mantiene en su natural �pureza�. S�, efectivamente, han sabido leer ustedes: se trata de la FNMT-Real Casa de la Moneda, la que cumple 50 a�os en la calle Jorge Juan y 400 a�os como Ceca de este santo reino. Ya que pese a que en Espa�a hay ya m�s ciudadanos chinos que habitantes en Soria, la Ceca matritense ha sabido mantenerse inc�lume e inasequible al desaliento de la tentaci�n comercial y no ha acu�ado animal caprino alguno. Lo hizo, bien es cierto, pero en 1995, en 5.000 pesetas plata de la Serie �Cultura y Naturaleza�. Ah� qued� plasmada y acu�ada para la historia nuestra cabra hisp�nica, rodeadita de pinos y con una cornamenta que ni la del �Don Friolera� de Valle-Incl�n.

Pero volviendo a la cancioncilla ramplona e irrespetuosa, sobre todo con la virtuosidad y quehacer profesional de la cabra, la letrilla nos contaba que �se muri�, sin explicar bien por qu�. En el caso de la superproducci�n monetaria, tambi�n morir�. Aunque no se preocupen, que vendr� el mono: el a�o del mono. Y volver�n las inundaciones de los mercados en oro y plata. Y nuestra FNMT-Real Casa de la Moneda desempolvar� la emisi�n dedicada a� �Caramba, si no ha habido monos en nuestras monedas conmemorativas! Pues una de dos, o comercializan botellas de �An�s del Mono� o hacen propias emisiones de Gibraltar con los simios de la Roca. Total, como el pe�asco de La L�nea es espa�ol�