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Febrero2015, Edición 113 12 de mayo de 2015
ND� Habr� que preguntarle a Freud, don Sigmund, las razones psicol�gicas que llevan a la mente hisp�nica a dar marcha atr�s en el tiempo y, rememorando adolescencias pasadas, arrancar con el famoso canturreo coral de las excursiones escolares con la tonadilla de �La cabra, la cabra, la (ejem) de la cabra��
Por Jaume Boada Salom
Tal y como yo concibo las revistas de divulgaci�n de cualquier materia, las opiniones que su director vierte deben ce�irse, siempre desde el respeto, a cuestiones que afectan directamente al desarrollo del asunto sobre el que versa la publicaci�n. En el caso de Numism�tico Digital, entiendo que su director puede (y debe) tener una opini�n sobre cualquier aspecto relacionado con la numism�tica.
Vaya, por primera vez y sin quererlo ha surgido la pol�mica en www.numismaticodigital.com, a consecuencia del primer art�culo de �Opini�n Numism�tica� publicado en esta misma Web el pasado 4 de noviembre.
Recientemente, durante la exitosa celebración del XV Congreso Nacional de Numismática que tuvo lugar en Madrid, en el Museo Arqueológico Nacional MAN, hubo una intervención en la tercera sesión, el 29 de octubre, que llamó poderosamente la atención a más de un congresista y que, nos dejó un tanto perplejos a más de un asistente.
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