En este artículo hablaremos del último billete de 50 pesetas que circuló en España. Fue emitido por el Banco de España el 31 de diciembre de 1951, con una tirada de 69.500.000 ejemplares, y se retiró el 17 de febrero de 1956. A partir de 1957 y hasta 1998 las cincuenta pesetas pasarían a ser una moneda metálica.
Impreso en litografía y calcografía, está dedicado al pintor barcelonés Santiago Rusiñol. En el anverso podemos ver un busto del pintor grabado por José Luis López Sánchez Toda, quién finalizó el grabado del reverso, comenzado por José López López-Pavía, en el que vemos: Jardines de Aranjuez con el Fauno Viejo, obra de Rusiñol. La marca al agua es la cabeza del pintor y su tamaño es de 135 x 80 mm.
Anversos billete de 50 pesetas de 1951, pareja correlativa Sin Serie. Cortesía Félix Cuquerella.
Reversos billete de 50 pesetas de 1951, pareja correlativa Sin Serie. Cortesía Félix Cuquerella.
José López López-Pavía nació en Madrid en 1925, sus primeros pasos los da como aprendiz eventual en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre en noviembre de 1940. Cursa estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. En 1947 causa baja como personal laboral de la FNMT, ya que pasa a formar parte del personal funcionario como grabador auxiliar primero. Es autor de parte del grabado de este billete y realiza el retrato de Albeniz en el billete de 25 pesetas de 1954.
Santiago Rusiñol i Prats.
Santiago Rusiñol i Prats nació en Barcelona en febrero de 1861, dentro de una familia dedicada a la industria textil. Cuando quedó huérfano de padre, fue su abuelo quien le instruyó en la empresa familiar impidiéndole que se dedicara al dibujo. Muerto el abuelo abandona el negocio familiar y comienza sus estudios en el Centro de Acuarelistas de Barcelona, siendo discípulo del pintor Tomás Moragas. Viajó junto a Ramón Casas por la geografía catalana reflejándola en sus primeras obras de carácter costumbrista y paisajista. Visitó Paris en varias ocasiones, en la primera le acompañó Casas, quien le dará a conocer el mundo bohemio del Montmartre. En su segundo viaje conoce al compositor Eric Satie y se introduce en el simbolismo. Y en una tercera estancia se instala con Ignacio Zuloaga en un barrio más acomodado. Es el pintor vasco quien le descubre la obra del Greco, de la que se vuelve un apasionado, y ambos recorren juntos Florencia. Expuso en Paris en el Salón de los Independientes, la Nacional y en las Galerías Bing, donde presentó por primera vez su colección de jardines españoles.
Adquiere en Sitges Cau Ferrat, una gran mansión donde pasa largas temporadas y que convierte en un museo que albergará su colección.
Fue un artista polifacético escribió artículos para La Vanguardia y obras literarias en catalán, siempre estuvo muy ligado al mundo de las letras, de la música y del arte, cuando falleció en Aranjuez en 1931 donó su casa y su colección al municipio de Sitges, donde se inauguró el Museo de Cau Ferrer dos años después.
Su pintura está muy influenciada por los impresionistas y su temática tiende hacia al paisajismo, tanto rural como urbano; y a composiciones simbólicas de inspiración modernista. En sus primeros paisajes aparecían personajes que irán desapareciendo con el paso de los años. La Alhambra, el Generalife, la Granja o Aranjuez, son algunos ejemplos de localidades que visitó para plasmar la vegetación en sus lienzos. Sus composiciones destacan por presentar una naturaleza ordenada y simétrica en un primer plano, contrastando con la visión salvaje que se percibe en el fondo de la misma.
En 1997 el Museo de Arte de Cataluña y la Fundación Cultural Mapfre Vida realizaron una exposición dedicada a Santiago Rusiñol.
Jardines de Aranjuez con el Fauno Viejo.
En este billete vemos uno de los cuadros que Rusiñol pintó en los jardines del Real Sitio de Aranjuez, Madrid. La primera vez que llega a Aranjuez es a finales del siglo XIX, los numerosos cuadros que hay de los jardines nos muestran que el pintor viajó más veces a la localidad madrileña en lo que denominaba “campañas de pintura” siempre encuadradas durante los meses de primavera o de otoño. Fue en una de estas visitas cuando Rusiñol murió en 1931. En El Fauno Viejo Rusiñol nos transporta a un rincón ubicado en los Jardines del Príncipe. En él vemos un espacio abierto con setos y árboles que forman una muralla de tonalidades verdes en primer plano, mientras que los árboles rojizos y marrones, que nos anuncian la llegada del otoño, son meras pinceladas de color. En medio la estatua del fauno, con un blanco impoluto que atrapa nuestra mirada sin percatarnos de la maestría de Rusiñol a la hora de plasmar un momento determinado y efímero tal y como podemos observar en la foto actual del Fauno, que en nada se parece a lo que el pintor realizó en 1911.

Escultura del Fauno. Jardines del Príncipe, Aranjuez, Madrid.
Este cuadro es un óleo sobre lienzo de 118 x 146 cm. Se exhibe en la sala 201 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, pero es una obra cedida por el Museo del Prado.
Bibliografía:
- A.A.V.V.: Catálogo especializado. Billetes de España. Editorial Edifil. 3ª Edición. Madrid, 2002.
- FERIA, Rafael: La Peseta. Historia de una época. Ed. Recoletos Grupo de Comunicación, S.A. Madrid, 2002.
Arte Procomún:
Elenco de grabadores de la Real Imprente del Sello, Fábrica del Timbre y Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre. 1637-1994.
https://sites.google.com/site/arteprocomun/el-grabado-en-los-documentos-de-garantia-y-seguridad-1637-1994
Museo del Prado. Enciclopedia:
Santiago Rusiñol i Prats:
https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/rusiol-y-prats-santiago/4aac09d8-4e6b-4464-a532-7d0facd9c32a
Vanessa Montesinos Muñoz.
Perito Antiques.
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