El Banco de España ordenó su impresión a la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre el 21 de octubre de 1940, con graves problemas debido a la carestía existente tras la Guerra Civil. El diseño no se aprobó hasta el 28 de diciembre de ese mismo año, y entró en circulación en febrero de 1947.
Tuvo una tirada de 3.050.000 ejemplares y su tamaño fue de 149 x 95 mm. Los encargados de realizar el grabado fueron los hermanos Sánchez Toda: José Luis y Alfonso. En su reverso se ve una impresionante vista de la zona alta de la Catedral de Toledo y un escudo de España inspirado en los existentes en el monasterio de San Juan de los Reyes (Toledo). Como curiosidad decir que carece de marca al agua, debido a problemas técnicos, así que Alfonso Sánchez Toda grabó las tres figuras que aparecen en la esquina superior izquierda para que no quedase ningún espacio en blanco, como sucede en el reverso. Se retiró de la circulación el 17 de diciembre de 1971.
Anverso y Reverso del billete de 500 pesetas de 1940. Foto Cortesía Félix Cuquerella.
Doménikos Theotokópoulos nació en Candia (Creta) en 1541, por entonces perteneciente a la República de Venecia, aunque su familia era de origen griego. Se formó como pintor de iconos continuando la tradición tardobizantina, pero introduciendo elementos del renacimiento italiano, que conoció gracias a grabados que llegaban hasta sus manos. Antes de partir hacia Venecia, fue nombrado maestro de pintura. En 1567 ya había entrado en contacto con Tiziano, junto a él fue asimilando el empleo del color, la perspectiva, la anatomía y la técnica al óleo característicos del renacimiento del véneto, pero siempre unido a lo anteriormente aprendido.
Tras un recorrido por otros talleres italianos (Padua, Vicenza, Verona, Parma o Florencia), se instala en Roma donde entra en contacto con el círculo intelectual del cardenal Alejandro de Farnesio, compuesto por algunos hombres de letras españoles, entre otros. Conoce la obra del genial Miguel Ángel, incluso se dice que ayudo a tapar los desnudos del Juicio Final situados en la Capilla Sixtina, del maestro de Caprese se deja influir por su manierismo, que él interpretaría de una manera personal. Ingresó en la asociación gremial romana: la Academia de San Lucas, que le permitía abrir su propio taller, trabajando como retratista y en pequeñas obras religiosas para clientes particulares.
Viajó a España a finales de la década de los 70, hay varias hipótesis al respecto, algunos dicen que Felipe II estaba buscando artistas para finalizar la decoración del monasterio de El Escorial y otros que fue su amigo el canónigo Diego de Catillo el que hizo que se trasladara de Madrid a Toledo para pintar un retablo para la iglesia de Santo Domingo el Antiguo. Felipe II le encargaría una obra para el monasterio: El martirio de san Mauricio, que no fue del gusto del monarca, por lo que no volvió a contar con el pintor. Esto supuso una decepción para el Greco, que aspiraba convertirse en “Pintor de Cámara”, pero al griego no le faltaría trabajo.
Autoretrato. “Entierro del Conde de Orgaz”. Revista la Alcazaba.
El pintor se afincó en la Ciudad Imperial, donde nacería su hijo Jorge Manuel, y de donde sólo saldría por motivos de trabajo. Aquí se documentan nueve juicios relacionados con el valor y precio de sus obras o por las quejas de orden técnico o por razones iconográficas. Su obra se centra en la elaboración de retablos y lienzos para conventos y parroquias de la ciudad y del arzobispado toledano. Además de obras de pequeño tamaño para clientes de carácter privado. En algunas de sus últimas obras, tendió a proyectar de forma innovadora conjuntos artísiticos que abarcaban diferentes disciplinas. Combinaba esculturas con la arquitectura de los retablos donde estaban insertos sus lienzos. Falleció sin haber redactado su testamento el 7 de abril de 1614, siendo su hijo su único heredero. Se le enterró en la iglesia de Santo Domingo el Antiguo. En 1618 su hijo lo manda desenterrar, para que sus restos descansaran junto a los de su segunda esposa, se cree que en la iglesia de san Torcuato, pero hoy en día se desconoce donde se encuentran.
Su estilo es uno de los más personales en cuanto a la pintura se refiere, se tomaba licencias formales e iconográficas, daba importancia a los detalles más superfluos e interpretaba de manera funcional las obras de carácter religioso. Sus primeras obras se caracterizan por el italianismo artístico y cultural, asentado sobre una base griega, con el colorido veneciano y el manierismo de Miguel Ángel. En los casi cuarenta años que vivió en Toledo su estilo se transformó a uno más dramático, en el que se intensifican los elementos irreales con los artificiales. Se reduce el tamaño de las cabezas que reposan sobre cuerpor más alargados, la luz es más fuerte, se intensifican los blancos de los ropajes y se produce la superpoblación de figuras.
“El Entierro del Conde Orgaz”. Wikipedia.
“El entierro del conde Orgaz” es un óleo sobre lienzo de grandes dimensiones (4,80 x 3,60 m.), pintado entre los años 1586 y 1588 en estilo manierista. Fue realizado para la parroquia de Santo Tomé en Toledo, donde hoy día lo podemos visitar. En la obra vemos el milagro realizado por San Esteban y San Agustín, que bajaron del Cielo para enterrar, personalmente, en la iglesia de Santo Tomé, a Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de la villa de Orgaz. Cuando El Greco recibió el encargo, habían transcurrido dos siglos de dicho hecho. Le indicaron como debía aparecer el milagro de la forma inferior, pero de la parte de arriba, correspondiente al Cielo, no tenía excesivas órdenes, así que el pintor incorporó una representación del Juicio y la aceptación del alma del señor de Orgaz. Entre los personajes que figuran en la zona de abajo, se retrató a él mismo, y también a personajes renombrados de su época. Todos ellos aparecen vestidos con ropajes propios del siglo XVI y no del XIV que es donde se encuadra la escena.
Gonzalo Ruiz de Toledo, fue un hombre piadoso y benefactor de la iglesia de Santo Tomé. Cuando falleció en 1323, el señor de Orgaz (no fue condado hasta 1522), dejó escrito en su testamento que los vecinos de Orgaz estaban obligados a continuar con sus obras de caridad, pero tan solo el templo toledano fue reedificado y ampliado. Fue Andrés Núñez de Madrid, párroco de la iglesia, quien se percató de la falta de los habitantes de Orgaz, pasados doscientos años. Se celebró un pleito en el que las gentesde Orgaz se vieron obligadas a abonar lo que no habían cumplido. Con tal cantidad de dinero el párroco le encargó al Greco que realizara este cuadro y bajo el lienzo hay un epitafio en latín que narra lo acontecido durante el entierro de tan insigne personaje.
En el cuadro se representan dos zonas diferenciadas: la parte de arriba, la vida eterna, el cielo, donde se espera el alma del señor de Orgaz; y la de abajo, la muerte. En el centro vemos el cadaver de Gonzalo Ruiz de Toledo y san Agustín, vestido como un obispo.
Detalle del Señor de Orgaz y San Agustín. Wikipedia.
No acabaremos nuestro artículo sin prestar atención a su reverso y dar unas breves pinceladas sobre la catedral de Toledo. Su construcción comienza a principios del siglo XIII, es junto a León y Burgos una de las tres catedrales del gótico clásico de la Corona de Castilla con clara influencia de lo que se llevaba haciendoen Francia desde mediados del XII. Se asienta sobre la mezquita musulmana, que a su vez se construyó en lo que fue un templo visigodo. Es más que probable que las cinco naves del templo cristiano coincidan con la superficie de la mezquita, de la que poco ha llegado hasta nuestros días.
Las obras comienzan bajo el reinado de Fernando III el Santo, y con los Reyes Católicos se cerraron las bóvedas de los pies de la nave central, siendo la última aportación gótica. A Martín, su primer maestro, le debemos el inicio de la girola; le sigue Petrus Petri, que se ocupa de las partes altas de la girola con arcos angrelados (cuyo interior está formado por arquitos pequeños). Durante el siglo XIV avanzan las obras del cuerpo del templo: el crucero, la nave y las distintas puertas que los jalonan. La nave central es más ancha que las que la flanquean y el crucero no sobresale, lo que le da un aspecto compacto, a diferencia de las otras dos catedrales mencionadas, en las que se distingue a la perfección la planta de cruz latina.
Cubiertas de la Catedral de Toledo. Foto autora.
Cada nave posee su portada: en el lado norte nos encontramos la Puerta del Reloj, en el sur la de los Leones y en el este tres puertas: la del Perdón, el Juicio Final y del Infierno. En el lado septentrional nos encontramos con el claustro catedralicio, promovido por el arzobispo Pedro Tenorio a finales del XIV.
Durante los siguientes siglos se fueronculminando o añadiendo espacios para ver la catedral tal y como la podemos contemplar hoy en día. Se cerraron algunas bóvedas en estilo renacentista, se construyó la capilla Mozárabe, el piso alto del claustro, la librería, el coro, algunas fachadas, capillas, etc.
Bibliografía:
- A.A.V.V.: Catálogo especializado. Billetes de España. Editorial Edifil. 3ª Edición. Madrid, 2002.
- A.A.V.V.: “El Renacimiento: Reforma y Contrarreforma”. Historia del Arte. Ed. Salvat. Tomo11. Madrid, 2006. Pp. 72-124.
- PELAEZ MALAGÓN, Enrique: El Entierro del Conde de Orgaz. EL GRECO. Proyecto Clío. Fichas didácticas de Arte. Red Iris.
ARTEGUÍAS:
Catedral de Toledo:
MUSEO DEL PRADO: Enciclopedia:
Doménikos Theotokópoulos, el Greco:
aprende/enciclopedia/voz/greco-el-domenicos-theotocopoulos/d2498a3b-99c4-4603-b4c5-07b6840808d0
Por Vanessa Montesinos Muñoz
Perito Antiques.