No es el primer país que toma esta medida. Dado su bajo valor y el alto coste que supone mantenerlas en circulación. En Bélgica, Irlanda, Holanda y Finlandia un proyecto de ley establece que el precio de 1,98€ se convierta en 2€ y el de 1,97€ sea de 1,95€. De momento esta medida se aplicará a los pagos en efectivo, las transacciones con tarjeta o transferencias cobrarán la cantidad exacta.
Todavía podemos ver algunas de estas monedas en circulación ya que en Finlandia se acuñaron hasta el 2002, en Holanda hasta 2004, Bélgica 2014 e Irlanda 2015. Así que se convierten en pequeñas piezas de coleccionista que tienen más valor que el que en su día tuvieron como moneda de curso real.
Todos sabemos que estas piezas no son aceptadas ni por parquímetros ni por cabinas de peaje o máquinas expendedoras; pero al ser de curso legal los comercios están obligados a aceptarlas. Tal vez Italia no sea el último país que deje de acuñarlas.