Las nuevas monedas tendrán invertidos los metales con los que estarán acuñadas, por tanto serán diferentes a las monedas bimetálica actuales: el centro será plateado y el borde dorado. Y llevarán como diseño la escarapela que se diseñó para los festejos del Bicentenario.
El representante en la Argentina de la ceca finalndesa, Marcos Hayzus, explicó que los 300 millones de cospeles que luego acuñará la Casa de la Moneda de Argentina, implican una inversión de 33 millones de dólares. Comentando además que en 30 días, la Suomen Rahapaja deberá presentar 100 piezas de muestra al Banco Central.
Una vez aceptadas, se deberán entregar en Buenos Aires los primeros 50.000 cospeles en un plazo de hasta 120 días, y luego otros 50.000 hasta completar el total en ciclos de 30 días.
Aunque de origen finlandés, y estatal, la Casa de la Moneda de Finlandia integra hoy un consorcio “pannórdico” – está en 40 países – y con funcionamiento de compañía privada.
Con esta licitación, el gobierno argentino busca cubrir el faltante que surgió el año pasado con las monedas de 1 peso, y también en el plano del papel moneda, que se terminó adquiriendo en Brasil.