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“La Moneda Visigoda”, de Ruth Pliego Vázquez

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:47h

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Título: “La Moneda Visigoda”
Tomos I (313 págs.) y II (587 págs., con fotografías)
Autora: Ruth Pliego Vázquez
Editor: Universidad de Sevilla, Sevilla 2009
PVP: 75 euros


La obra de Ruth Pliego Vázquez “La Moneda Visigoda” (Sevilla, 2009) es realmente una gran aportación a la numismática de la Temprana Edad Media de la Península Ibérica para el coleccionista general, y un libro imprescindible para los investigadores que trabajan en este ámbito, ya se trate de numísmatas, arqueólogos o historiadores. Se encuentra en la línea del primer corpus de monedas visigodas escrito por George C. Miles, que ha sido la referencia principal de la numismática visigoda durante más de 50 años, si bien necesitaba ser revisada debido a la gran cantidad de nuevas monedas descubiertas en los últimos años. Antes de Miles, uno tenía que volver al trabajo de Mateu y Llopis de 1936 sobre la colección del Museo Arqueológico Nacional desaparecida en la Guerra Civil española, o a la obra de Heiss, de 1872.

El libro trata principalmente de las monedas que se iniciaron con Leovigildo (569-586), el más importante de los reyes de este periodo a menudo denominado del "Reino de Toleto", iniciado cuando tras la derrota por Clovis en la batalla de Vouillé en 507, los visigodos trasladaron su capital desde Toulouse a Narbona y tras una etapa en diversas ciudades de Hispania se asentaron en Toleto durante el reinado de Atanagildo (554-67). En una fecha desconocida Leovigildo o su hijo Hermenegildo colocó su nombre en las monedas, sustituyendo el de los emperadores romanos o bizantinos de Oriente, que había sido utilizado hasta entonces, y se cambió la tipología de las monedas pasando de ser imitaciones del tremis romano a tener un estilo nacional único, siendo uno de los primeros reinos en la Europa occidental en conseguirlo.

La obra, un total de casi 800 páginas en gran formato (22 x 30 cm), está convenientemente dividida en dos tomos, que de otro modo sería demasiado engorroso para utilizar con facilidad. El primer tomo contiene el texto, la revisión de los antecedentes de los estudios de la historia visigoda monetaria, una breve historia de los inicios de la acuñación que se piensa podría haber sido c. 417, hasta la época de Leovigildo y, a continuación los detalles del desarrollo, la producción y el uso de las monedas desde Leovigildo a Achila II. El segundo tomo es un catálogo de las monedas conocidas, y sus falsificaciones, para el periodo que se inicia desde que el nombre de Leovigildo aparece en las monedas hasta Achila II en c. 711.

El trabajo está bien escrito tras haber pasado los rigores de una tesis doctoral entre cuyos asesores se encontraba Luis García Moreno, considerado uno de los historiadores más destacado del periodo visigodo. Incluye numerosas y valiosas tablas, mapas e ilustraciones, algunos de estudios anteriores que, en particular las de los tesoros, son en la actualidad muy difíciles de obtener. El segundo volumen es una verdadera joya, un catálogo muy completo en forma de corpus auténtico, donde la autora ha detallado ampliamente 7.461 monedas que ha sido capaz de localizar. Cuando George Miles catalogó todas las piezas que pudo rastrear hace 50 años, consiguió unas 3.500, un poco menos de la mitad del número documentado en este trabajo. El número real de las monedas existentes probablemente supera las 10.000 en gran parte debido al descubrimiento de un número reducido de grandes tesoros, en especial el hallado en las inmediaciones de Fuentes de Andalucía (Sevilla) que al parecer contenía más de 4.000 monedas de la época de Recaredo I a Suinthila y que incluye monedas de Recaredo II, desconocidos anteriormente. Desafortunadamente muchos ejemplares de ese tesoro se han perdido sin haber sido registrados sus datos, aunque un número suficientemente grande han aparecido en catálogos de subastas con lo que la actualización del corpus refleja una imagen mucho más completa de este periodo.

En este sentido, el estudio realizado por Miles arrojó solo 79 nombres de ceca mientras que ahora han sido publicadas unas 95 y, sin duda, otras muchas estén por descubrir. La ubicación de muchas de ellas en particular en Gallaecia está abierto a debate –probablemente algunas de ellas nunca se conocerán–, y los argumentos de las atribuciones son revisados y discutidos en el primer tomo. La adición de grandes cantidades de monedas de la época de Recaredo I a Suinthila hace que sea posible acceder mejor a la importancia relativa de los diferentes talleres. Conocer el número de monedas es muy importante, y ahora gracias a los datos recogidos de un buen número de piezas para muchas cecas documentadas en el corpus será posible estimar mejor el número de cuños producidos, lo que podrían indicar la importancia relativa de los diferentes talleres. Un ejemplo de estimación del número de cuños de las monedas de Sisebuto en la ceca de Ispali es discutido en el primer tomo. El gran número de falsificaciones modernas queda bien ilustrado y detallado en el capítulo 25 lo que será especialmente útil para el coleccionista. El corpus principal está profusamente ilustrado con fotos de los 799 tipos y muchos subtipos usados para facilitar la clasificación en el corpus. El alto nivel de erudición de este trabajo hará que sea una referencia valiosa para la próxima generación de investigadores y coleccionistas de monedas altomedievales. La autora recibirá sin duda un merecido reconocimiento, a medida que su obra sea más ampliamente conocida a nivel internacional.

Peter Bartlett
Ciudad Colón, Costa Rica
American Numismatic Society
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