Continuamos con la descripción de los billetes no emitidos durante el periodo de la Segunda República. En el periodo republicano los billetes no emitidos lo fueron debido a la circunstancia de la Guerra Civil que impidió que billetes preparados para su circulación en territorio bajo mando republicano no llegaran a circular por finalizar la guerra y el papel moneda republicano ser considerado ilegal por los vencedores.(Leer +)
5.000 pesetas Emisión 11 de Junio 1938: Anverso, Mariano Fortuny; reverso, La Vicaría.
Ante la inflación desmesurada que originó la guerra y la devaluación de la moneda en los mercados internacionales el gobierno republicano decidió la emisión de un billete de 5.000 pesetas, que aún siendo el de mayor valor nominal de los emitidos en España, su valor efectivo de compra era muy inferior a los anteriores de mil pesetas y alejadísimo de los de 4.000 reales primitivos.

La emisión de estos billetes se confió, de nuevo, a la casa inglesa Bradbury, lo que, en cierta manera, prueba el deseo de diversificación de proveedores, realizando sus grabadores, quizás, el trabajo de más calidad del billetario español, especialmente el espectacular reverso, combinando el grabado a buril con el de aguafuerte para la realización del trabajo calcográfico.
El Consejo encargó la fabricación de 2M de ejemplares el 28 de Mayo de 1938 (las publicaciones del Banco de España dan, equivocadamente, Enero en vez de Mayo), aprobando, definitivamente el billete el 26 de Septiembre.
Al igual que con el billete de 100 pesetas, no fue posible el envío directo de los billetes fabricados a Barcelona, remitiéndose a la agencia de París 1.320.000 ejemplares, en donde permanecieron hasta el final de la guerra y destruidos posteriormente, sin que, por ello, se conserve ningún ejemplar numerado.

Este billete se ha convertido en el icono de la notafilia española del periodo del siglo XX, quizás por su calidad, a pesar de existir otros billetes tan escasos como él. Solo se conocen ejemplares muestra, sin numeración y, naturalmente, sin firma del cajero, taladrados para garantía de desmonetización, y con el sello ovalado rojo de “specimen” de Bradbury y el ejemplar de control de fabricación del archivo del fabricante, éste sin taladro, con muestra del tipo de dígitos de la numeración, fecha de pedido y número de control de archivo.
Se conocen pruebas de anverso y reverso en los colores adoptados y, además, pruebas definitivas de estado en negro. También se conocen pruebas parciales de anverso y reverso con anotaciones de errores de grabado.
100 pesetas Emisión 15 de Agosto 1938: Anverso, leyenda del valor; reverso, triple representación del valor en cifras.
No comprendemos muy bien la necesidad de fabricación de este billete ya que su provisionalidad indica una necesidad inmediata de efectos de 100 pesetas Según alguna publicación del Banco de España se encargaron ante la posible falta de billetes de 100 pesetas en la zona de Madrid y en otra ante la falta de billetes en Barcelona por no haber llegado los 100 pesetas de La Dama de Elche al estar retenidos en París.
Es sorprendente la explicación de falta de billetes en Madrid teniendo en cuenta que el 31 de Enero se había efectuado un pedido de 10M, serie F, de Felipe II, que debió llegar en Marzo o Abril, de los cuales al final de la guerra seguía habiendo sobrantes, y posteriormente se encargaron y fabricaron otros 10M, serie G. En cuanto a la no llegada de los Dama de Elche a Barcelona, las mismas publicaciones dicen que habían llegado en Junio 500.000; por otra parte no parece muy lógico que se encargasen billetes a Gráficas Reunidas cuando la barcelonesa Oliva de Vilanova venía fabricando billetes para la Generalitat.

Este billete es el único del Banco de España emitido marcando un plazo de validez, dos años, y teniendo como garantía, no reservas de oro o plata, tal como marcaban los protocolos de emisión, sino con la garantía de los billetes de 1.000 pesetas de la emisión de 1931, los “Zorrilla”, depositados en las cajas del Banco.
Por otra parte tenemos dudas sobre legalidad de que los Zorrillas fuesen válidos como reserva de estos billetes ya que para ello los billetes de 1000 pesetas tenían que tener la cobertura metálica correspondiente y el que se encontrasen en las cajas del Banco no significan nada, la prueba es que no se habían estampillado con la firma del cajero y por lo tanto no estaban habilitados como papel moneda por lo que no pasaban de ser unos “bonitos papeles”. Si a lo anterior añadimos que gran parte de las reservas de oro habían sido enviadas a Rusia como pago de su ayuda en material bélico, con lo cual ya sería muy problemático que el circulante tuviese cobertura legal suficiente, lo de la garantía con el aval de los “Zorrilla”, nos parece un brindis al Sol. De todas formas un análisis de los balances del Banco, que imaginamos imposible, podría aclarar el asunto.

Se encargaron a la imprenta de Gráficas Reunidas 2M de ejemplares, creemos que en Diciembre de 1938 ya que el acuerdo de que el plazo de vencimiento fuese de dos años se tomó el 28 de Noviembre. Tal como se desarrolló el curso de la guerra no dio tiempo a que circulasen y se ignora cuántos ejemplares se llegaron a imprimir ya que se destruyeron al final del conflicto, ni cual fue, exactamente el modelo adoptado pues se conservan ejemplares con diferentes coloraciones de fondos de anverso y reverso.
Desde el punto de vista notafílico señalar la escasez de ejemplares y, por consiguiente su alto valor en el mercado. Las coloraciones de fondos que conocemos son las que a continuación señalamos, ordenadas por lo que estimamos en cuanto a dificultad de encontrar:
Anverso fondo gris; reversos fondos blanco, marrón y amarillo
Anverso fondo verde; reversos fondos blanco, marrón y amarillo
Anverso fondo amarillo; reverso azul.
Conocemos un ejemplar de anverso gris, numerado con 0000000, en rojo, en anverso y reverso, desconociendo si la numeración es de la época o una fantasía posterior, aunque el tipo de dígitos parecen auténticos.
Billetes con series no emitidasComo hemos señalado inicialmente, el fin de la Guerra Civil originó que algunas series de billetes que habían circulado durante el gobierno de la república no fueran emitidas a pesar de haberse fabricado. Señalamos cuales fueron.
100 pesetas Emisión 1 de Julio 1925. Felipe II:
Esta emisión se puso en circulación durante la monarquía de Alfonso XIII y siguió emitiéndose durante la República por lo cual al finalizar la Guerra Civil se detuvo la entrega al público; en aquellos momentos se estaba poniendo en circulación la serie “F”. Quedó sin emitir la serie “G”, ya fabricada, y a pesar de que se valora en algunos catálogos, no hemos visto nunca un ejemplar.

5 pesetas Emisión 1935. Alegoría de la República:
Se numeraron ejemplares sin serie y con serie desde la letra “A” hasta la “L” excepto con la letra “I”. Se pusieron en circulación a partir de Octubre de 1936, por lo que nunca fueron admitidos por el gobierno de Burgos, y al final de la guerra estaban en circulación hasta la letra “D”. Quedaron siete series sin emitir, encontrándose ejemplares de estas series por cientos a excepción de las numeradas con las letras “E” y “H” que nunca hemos visto, a pesar de lo cual, como ya hemos dicho de la emisión anterior y de la de 10 pesetas, los catálogos las valoran, además, a precios ínfimos.
10 pesetas Emisión 1935. Alegoría de la República:
Se pusieron en circulación, junto con el de 5 pesetas, ejemplares numerados sin letra de serie y con las letras A, B y C. Quedaron fabricados, y sin emitir, 30 M de ejemplares con las letras D a F, los cuales nunca han sido vistos en los mercados notafílicos.

50 pesetas Emisión 22 de Julio 1935. Santiago Ramón y Cajal:
Se pusieron en circulación, a partir de Agosto de 1938, billetes numerados sin letra de serie, billetes que se encuentran sin dificultad, pero al finalizar la guerra quedaron sin ponerse en manos del público los numerados con la letra “A”. Estos billetes con letra, se encuentran con bastante dificultad por lo que alcanzan precios elevados en el mercado.

25 pesetas Emisión 31 Agosto 1936. Joaquín Sorolla.
Desde el punto de vista notafílico estos billetes presentan un comportamiento que podríamos calificar como extraño. Se imprimieron billetes numerados sin letra de serie y con serie A. Se pusieron en circulación, únicamente sin letra en la numeración, en Octubre de 1938 y estuvieron en uso legal hasta el fin de la guerra en Abril de 1939. Aún reconociendo que su periodo de circulación fue muy reducido, cinco meses y medio, no comprendemos como, el circulado, es uno de los billetes más escasos del siglo XX, conocemos menos de 5 ejemplares y muy circulados, ya que al no ser canjeables por el Gobierno Nacional de Franco, deberían haber quedado en gran número en manos particulares. Dada su extrema rareza el precio que alcanza en el mercado es extraordinariamente elevado.
Los billetes con serie A no fueron emitidos y se encuentran sin dificultad, naturalmente, en calidad sin circular.