El billete, emitido en 1997 y renovado en 2004, con dimensiones de 150 x 65 mm., muestra en su anverso una estatua del dios griego Apolo que conduce un carro tirado por cuatro caballos, conjunto escultórico situado por encima del frontispicio del Teatro Bolshoi de Moscú, creada por el artista Piotr Klodt en 1853. Durante las renovaciones arquitectónicas del Bolshoi, se añadió una hoja de parra a la estatua que cubre los genitales de Apolo, por lo que Khudyakovof sostiene que no sólo es el billete pornográfico, sino que ni siquiera es una representación exacta de la estatua original, tal como existe en la actualidad.
En una carta abierta a la presidenta del Banco Central de la Federación Rusa, Elvira Nabiullina, Roman Khudyakovof señaló que uno puede ver “partes íntimas” de Apolo en la entrada principal del Teatro Bolshoi, que se representa en el billete de 100 rublos de Rusia.
Según Khudyakov, esto viola la ley recientemente introducido sobre la protección de los menores frente a la información perjudicial. A diferencia de la estatua original, el billete no tiene valor histórico o cultural, y tampoco es un anuncio o un producto con acceso controlado. Por lo tanto, “debe ponerse en consonancia con las exigencias de la ley”.
“Teniendo en cuenta el hecho de que dichos proyectos de ley a menudo se entregan a los niños como dinero de bolsillo, les pido su ayuda para cambiar el diseño del proyecto de ley, o en ponerla en consonancia con la actual ley de alguna otra manera,” se lee en la carta dirigida a los legisladores, publicada en el popular diario “Izvestia”.
Khudyakov sugirió que se cambiara el billete de 100 rublos y que el nuevo diseño podría representar algunos de los monumentos de Sevastopol para conmemorarla como ciudad héroe y su base militar de importancia estratégica.
Los expertos legales consultados por Izvestia no tenían una opinión común sobre el tema - algunos dijeron que los billetes podrían ser considerados un producto impreso, por lo que deberían regirse por la ley, mientras que otros señalaron que la propia ley carecía de una definición de “información dañina” y que la imagen de la famosa estatua no podía hacer mucho daño.
El artista que creó los billetes de banco rusos modernos, Yury Koverdyayev, comentó al diario “Moskovsky Komsomolets” que la foto del diseño había sido aprobada por las comisiones especiales en el Banco Central y el Ministerio de Finanzas y los especialistas no encontraron violaciónes de ninguna ley en él. El artista añadió que no veía ningún problema importante si se alterara el diseño del anverso del billete, pero dudaba que tuviera algún sentido, ya que la estatua seguiría estando en el Bolshoi a la vista de todos.
