La compañía de exploración submarina, con sede en Tampa (costa oeste de Florida), llegó el pasado mes de abril a un acuerdo con las autoridades norteamericanas para llevar a cabo la “exploración arqueológica subacuática y posterior recuperación de los restos de un valioso cargamento de oro” que transportaba el citado buque.
El “contrato de exclusividad” se hizo efectivo tras su revisión y aprobación por el tribunal de primera instancia del condado de Franklin, en Ohio, el cual tiene jurisdicción sobre la compañía Recovery Limited Partnership and Columbus Exploration (RLP), encargada del proyecto arqueológico que seleccionó a Odyssey para su realización.
Recovery Limited Partnership tiene los “derechos exclusivos” para la recuperación del pecio del “SS Central America”, garantizado por un tribunal de Virginia.
“Este es un yacimiento arqueológico icónico y, como responsables de su rescate, tenemos la obligación no sólo de recuperar el valioso cargamento y herencia cultural de los objetos, sino de compartir lo que hemos aprendido con el público”, señaló en un comunicado Ira Owen Kane, responsable de Recovery Limited Partnership.
El inventario del material recuperado incluye lingotes y pepitas de oro, y una gran variedad de monedas de oro de 20, 10, 5 y 2,5 dólares, entre otros valiosos objetos.
La variedad y la calidad de las monedas que se han recuperado es “simplemente impresionante”, comentó Bob Evans, jefe del equipo de científicos de Recovery Limited Partnership.
Así, se han encontrado “espectaculares monedas de 20 dólares de dobles águilas”, pero lo sorprendente es la “gran variedad” de monedas que datan desde 1823 hasta 1857, agregó Evans.
El punto de localización exacto del pecio fue confirmado en 1988, a unos 2.200 metros de profundidad, una parte del cual se recuperó entre los años 1988 y 1991.
Odyssey mantuvo cinco años de litigio con España por la posesión de un tesoro que transportaba la fragata “Nuestra Señora de las Mercedes”, que la empresa estadounidense había rescatado de las profundidades, en el estrecho de Gibraltar, y después de trasladarlo a Gibraltar se lo llevó a Florida.
El Gobierno español demostró en 2012 a la Justicia estadounidense que el tesoro encontrado por Odyssey pertenecía a la citada fragata, un navío propiedad del Estado español hundido por un barco inglés en 1804 frente a las costas de Portugal.
