Con estos art�culos queremos aclarar cu�les son las series notaf�licas espa�olas m�s dif�ciles de conseguir, no sin advertir que, en muchos casos, la determinaci�n de la rareza es fruto de nuestra experiencia, por lo cual mi apreciaci�n no tiene que coincidir con la de cat�logos o comerciantes que en ocasiones est�n claramente erradas, bien por desconocimiento, normalmente, o por intereses comerciales. Tambi�n hemos de hacer la advertencia de que una serie que estimamos muy rara, en un momento determinado, puede encontrarse con relativa facilidad al haberse hallado alg�n dep�sito desconocido.
La rareza de una serie suele ser debida bien a que el n�mero de ejemplares emitidos de la serie es muy inferior a las de las restantes de la emisi�n, bien a que dicha serie ha estado en circulaci�n menos tiempo que las restantes, lo que suele ocurrir con las �ltimas series emitidas; y, tambi�n, en algunos casos, la rareza s�lo puede achacarse a una demanda muy alta de los compradores, justificada por modas coyunturales de coleccionismo.
Hay que aclarar que en algunas de las �ltimas series emitidas, caso de las fechadas en 1954, numeraciones altas no es indicativo fiable del n�mero de billetes puestos en circulaci�n, ya que el Banco de Espa�a distribu�a entre sus sucursales los diferentes env�os, por lo que en caso de retirada o suspensi�n de emisiones, alguna sucursal pod�a haber puesto en circulaci�n todos los ejemplares recibidos mientras que otras los devolvieron a la central.
Caso particular son las series especiales ya que al ser puestas en circulaci�n por el Banco de Espa�a con fines no solamente monetarios sino por razones t�cnicas a�adidas, por ejemplo, para estudios de duraci�n en buen uso del papel, el n�mero de ejemplares puestos en circulaci�n puede ser muy limitado ya que, como decimos, el criterio de emisi�n responde a necesidades espec�ficas que, al desaparecer, hacen que se suspenda la emisi�n de la serie.
Para conocer la rareza de una serie no hay que fiarse demasiado de los precios marcados por cat�logos o comerciantes ya que el precio responde a criterios comerciales y en otras ocasiones existe desconocimiento por parte de los autores. Un ejemplo de sobrevaloraci�n, que no corresponde habitualmente a la rareza, es el caso de las series �sin letra de serie en la numeraci�n�. Los ejemplares de estas series eran, generalmente, los m�s escasos hasta la emisi�n de 1970, ya que al ser los primeros en ser puestos en circulaci�n eran los primeros en retirarse por su mal estado, por lo que aumentaba la dificultad de encontrarlos y esto contribu�a a elevar el precio. Esto origin� que a partir de la emisi�n del billete de 100 pesetas de Falla, comerciantes y coleccionistas guardasen ejemplares �sin serie�, por lo que estas series son las m�s abundantes, a pesar de lo cual se consideran como m�s raras que las normales.
Algo similar ha ocurrido recientemente con las series �A�, que las nuevas modas de coleccionismo han hecho de ellas series preferenciales, origin�ndose una demanda que las han encarecido sin que ello sea indicativo de mayor rareza que cualquier otra serie con diferente letra.
Pasemos a ir enumerando las diferentes series raras y su grado de dificultad.
Periodo �Alfonso XIII�
En los billetes del siglo XIX, al estar seriados solamente los de 1899, no hay casos que comentar; solo indicar que algunos cat�logos, mencionan billetes sin serie en las emisiones de 25 y 50 pesetas de Quevedo de 1899 y de 100 pesetas de 1900, valor�ndolos como m�s raros, lo que no deja de tener su gracia ya que las emisiones comienzan en la letra �A�.
Emisi�n 1 Julio 1926. 100 pesetas Felipe II:
Series: S/S, A, B, C, D 2 000 000. (Periodo legitimado):
Todos estos billetes son muy corrientes en calidad baja, en cambio, en calidad alta, y sobre todo sin circular, son extraordinariamente raros. Todos los cat�logos, en calidad sin circular, ponen un precio a los �sin serie� muy alto, acorde con su escasez, mientras que a las otras series las califican, por su precio, como billetes muy corrientes. Esto no solo carece de justificaci�n sino muy al contrario: Los billetes sin serie son, en efecto, muy raros en SC, pero los de las otras cuatro series son pr�cticamente desconocidos en SC; personalmente nunca he tenido noticia de ejemplares en esa calidad de las series B y C y menos de tres ejemplares de las otras dos.
Emisi�n 15 de Agosto 1928. 25 pesetas Calder�n de la Barca:
Series: S/S, A 7 780 000 (Periodo legitimado).
Al igual que los de 100 pesetas de Felipe II, son muy corrientes en calidad baja y muy dif�ciles en SC. Los sin serie, y en SC, dentro de su rareza, son algo m�s f�ciles de hallar que los de Felipe II. Los de la serie �A� (hasta el 7 780 000), en SC, son todav�a m�s escasos que los sin serie, lo cual es l�gico, pues se emitieron 2.220.000 de ejemplares menos; los cat�logos, equivocadamente, los valoran menos que los sin serie; por supuesto, son mucho m�s f�ciles de encontrar que sus hom�logos de 100 pesetas.
Emisi�n 15 Agosto 1928. 50 pesetas Vel�zquez:
Series: S/S, A 8 640 000 (Periodo legitimado).
Al igual que en las emisiones anteriores la rareza reside en los billetes sin circular. Aqu� hay que darle la raz�n a los cat�logos, es m�s raro el �sin serie� que el �A�. De todas formas este billete es bastante m�s f�cil de conseguir que los dos anteriores.
Periodo �Rep�blica Espa�ola�
Emisi�n 1 de Julio 1926. 100 pesetas Felipe II:
Serie G.
Esta serie se fabric� pero no se lleg� a emitir. No figura en ning�n cat�logo. No se conoce si se destruyeron todos los ejemplares o se ha conservado alguno. Nadie me ha dicho haberlo visto nunca.
Emisi�n 15 Agosto 1928. 25 pesetas Calder�n de la Barca:
Serie A 7 780 000 / 10 000 000.
Los billetes emitidos con esa numeraci�n se suelen valorar en los cat�logos como las restantes series emitidas en el periodo republicano y, como mucho, como la serie A de la monarqu�a. No es f�cil hallarla en calidad alta y dificil�simo encontrarla en calidad sin circular.
Emisi�n 15 Agosto 1928. 50 pesetas Vel�zquez:
Serie A 8 640 000 / 10 000 000.
Al ser tan reducido el n�mero de ejemplares puestos en circulaci�n, es todav�a m�s dif�ciles de encontrar que los referenciados anteriormente de Calder�n. Yo no recuerdo haberlos visto en calidad sin circular.
Emisi�n 24 Julio 1927. 100 pesetas Cervantes:
Serie: S/S.
Billete muy corriente, incluido en calidad SC-. Los cat�logos valoran excesivamente esta serie ya que no hay dificultad para encontrarla aunque sea menos frecuente que la serie A.
Emisi�n 1935. 5 pesetas Cabeza Rep�blica:
Series E y H.
Estas dos series, no emitidas, a pesar de haber sido fabricadas, nunca han sido vistas, por lo que, debe consider�rselas como excepcionalmente raras. Hay que recordar que la serie I no fue fabricada.
Emisi�n 1935. 10 pesetas Cabeza de la Rep�blica:
Series D, E, F:
Son series impresas pero no emitidas. Todos los cat�logos las mencionan con precios rid�culos. No conozco a nadie que haya visto alguna de las series. Ser�a uno de los billetes m�s raros de Espa�a en caso de encontrarse alg�n ejemplar.
Emisi�n 22 Julio 1935. 50 pesetas Ram�n y Cajal:
Serie A.
Es la serie no emitida. Es una serie rara pero bastante menos de lo que se refleja en los precios de mercado. Haciendo el seguimiento de las numeraciones de los que han salido a la venta en subastas, y combinando los n�meros, hay posibilidad de que exista un n�mero alto de ejemplares no puestos a la venta.
Emisi�n 31 Agosto 1936. 25 pesetas Joaqu�n Sorolla:
Serie S/S.
Es uno de los billetes m�s raros del billetario espa�ol. Circul� durante varios meses en Barcelona y no ha quedado ni rastro de ellos, lo que me parece inexplicable. Solo conozco tres ejemplares y en estado muy usado.
Emisi�n 1937. 50 cts. Cabeza Rep�blica:
Serie �C�.
Tal como indican los cat�logos, es la m�s rara de las tres emitidas, pero con muy poca diferencia sobre las otras dos por lo que debe considerarse como serie muy f�cil.
Emisi�n 1937. 1 pesetas Victoria de Samotracia:
Serie �C�:
Esta serie, en regular estado de conservaci�n, no es dif�cil encontrarla, aunque mucho m�s que las A y B ya que se interrumpi� la emisi�n al finalizar la Guerra Civil emiti�ndose por debajo de los 2 millones de ejemplares. Debe considerarse rara �nicamente en calidad plancha; en ese estado puede multiplicar por 30 el valor de las otras.
(Continuar�)
