La facilidad para conseguirlas, la posibilidad de usarlas como moneda corriente y su alto contenido en plata en relación a su precio convierten ciertas monedas en una inversión muy interesante.
Anualmente, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda acuña y pone a la venta a través de distribuidores oficiales, su propia tienda o entidades bancarias, diferentes series de monedas de metales preciosos, oro y plata.
La moneda de colección, en lo que a nuestros propósitos se refiere, ofrece una desventaja respecto a la moneda circulante: el valor facial grabado en la moneda no suele ser el valor por el que se adquiere dicha pieza. Lo que resulta interesante para el inversor es el hecho de que, en caso de que la plata se devalúe, se pueda recuperar la inversión sin pérdida
alguna. Esto nos lo ofrecen las monedas circulantes de plata de 10,12 y 20 euros ya que el precio de compra es el precio que figura en la pieza, sin IVA añadido. Hasta el año 2000 se emitían del mismo tipo y contenido de plata, pero con valores de 2.000 pesetas, pasando a ser en 2001 de 12 euros.
Normalmente, la FNMT-RCM emite este tipo de moneda en los meses de mayo y junio. Pueden ser adquiridas en cualquier banco o caja al precio nominal (10, 12, 20 euros dependiendo de la emisión de ese año).
Se recomienda siempre comprar la moneda de 12 euros de años anteriores, como el 2010 y la moneda dedicada a la Presidencia Española de la Unión Europea, ya que tiene la misma cantidad de plata que la de 20 euros: 18 gramos de plata de 925 milésimas, es decir, 16,65 gr. de plata pura y el resto aleación con cobre, o lo que es lo mismo, media onza de plata (1 onza=31’10 gr.).
El precio actual de la plata, a martes 19 de abril es de 30’27 euros la onza, según fixin del London Bullion Market. Es decir, 15’13 euros de plata cada moneda de 12 euros y sin pagar IVA ya que al adquirirla en una entidad bancaria no es una compra, es un cambio monetario: un billete de 10 euros más 1 moneda de 2 euros, o dos de un euro, como quieran.
La única pega a esta inversión se plantea en un escenario teórico de inflación y caída simultánea del precio de la plata. En la práctica parece poco probable este binomio ya que la plata también es una materia prima industrial y, por tanto, subiría de precio con la inflación protegiendo automáticamente nuestra inversión.
La emisión de este año se realizará sólo en monedas de 20 euros, por suerte, aún se encuentran bancos donde disponen de monedas de 12 euros del año pasado y anteriores. De modo que, si están interesados en este tipo de inversión… corran!!!
Y si la plata sube hasta los 50 euros la onza (previsiones a medio plazo), pues sus 12 euros de plata se habrán convertido en 25 euros.
En el peor de los casos, si llegara a bajar estrepitosamente el precio de la plata, cosa que no ocurrirá en los próximos tres a cinco años, el Banco de España le entregaría 12 euros por cada una de esas monedas. Vamos inversión en plata con beneficio asegurado y sin posibilidad de pérdida de inversión.
Lo dicho, “duros a cuatro pesetas”.