
La gran moneda de oro de 999 milésimas y 25.000 rublos de valor nominal, ha sido acuñada por la Corporación Goznac en la Casa de la Moneda de San Petersburgo, con un peso de 3.000 gr., diámetro de 120 mm., en calidad proof y tan sólo 50 ejemplares.

En el anverso se muestra la imagen en relieve del emblema del Banco de Rusia: el águila de dos cabezas con las alas hacia abajo, y la inscripción semicircular debajo de ella “БАНК РОССИИ” (Banco de Rusia), enmarcado por un círculo de perlas. Las inscripciones a lo largo del borde dividido por puntos indican la denominación de la moneda (25.000 rublos) y el año de acuñación “2012”. Entre ellos, la indicación del metal según la tabla periódica del sistema de elementos de pureza de Mendeleyev; la marca de Ceca de San Petersburgo “СП МД” y el contenido de fino del metal precios “Au 999” (Oro de 999 milésimas). El signo del número original de cada moneda, de las 50 acuñadas, se indica en la parte inferior del anverso, en el caso e la moneda fotografiada el “3”.

El reverso está dedicado a la Catedral de Cristo Salvador, situada en Moscú, y muestra su fachada principal cuya construcción se inició en 1817 y su reconstrucción en 1990. En el centro de la moneda se pueden apreciar sus tres cúpulas laterales y la cúpula principal de 30 metros de diámetro. Alrededor del motivo central una corona de laurel se ve envuelta con una cinta de ofrenda floral con medallones redondos que muestran los retratos del emperador Alejandro I, y los líderes militares y héroes de la Guerra Patriótica de 1812: MI Kutuzov, MB Barclay de Tolly, PH Wittgenstein, PI Bagration y DV Davydov.
La Catedral de Cristo Salvador de Moscú, cuya denominación oficial es Templo Catedralicio del Cristo Salvador del Patriarca de Moscú, es un templo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, construido en el siglo XIX según el proyecto del arquitecto Konstantín Ton. Se trata, además, de la iglesia ortodoxa más alta del mundo.
La altura del templo desde el punto más alto del techo hasta su base es 105 metros, la longitud y anchura mayor es de 91 metros, la cúpula principal tiene 30 metros de diámetro, la altura desde la base de la cúpula hasta lo alto de su cruz es de 38 metros.
Las zonas rectas de la fachada se revistieron con baldosas de mármol de Sayan, mientras que el mármol de los Urales se empleó en los elementos arquitectónicos. En el campanario, sobre la entrada principal, se instalaron medallones circulares de mármol Sivik con imágenes de santos esculpidas.

El mármol empleado para el revestimiento fue de unos 22.000 metros cuadrados. La base del edificio (un área de 1.200 m²) se revistió hasta una altura de 2,25 metros de granito rojo pulido de grano fino Syuskyunsaari. Para el parapeto, las balaustradas, los estanques y el suelo de la zona que rodea el templo se emplearon granitos grises y rojos de varias canteras de Rusia y Ucrania, abujardados y flameados. Alrededor de 14.000 m² de piedra se emplearon en el revestimiento de las caras verticales y 23.000 m² en el pavimento.
La catedral se encuentra en el centro de Moscú, cerca del Kremlin y sobre la orilla del río Moscova. Su construcción demoró casi 44 años y en 1883 se abrió al culto. En 1931 el templo fue destruido hasta los cimientos con explosivos, para dar lugar a la construcción del Palacio de los Sóviets. La iglesia fue reconstruida en la década de 1990 y volvió a ser consagrada en el año 2000.
La historia del templo comienza con un manifiesto imperial publicado el 25 de diciembre de 1812, una vez que resultó evidente que la derrota y la expulsión de las tropas francesas era inevitable. En este manifiesto, Alejandro I decretaba que se construyera en Moscú un templo en el nombre de Cristo Salvador en honor de los que intervinieron y murieron en la guerra de 1812 “y expresar nuestra gratitud a la providencia divina por salvar a Rusia del desastre que se cernía sobre ella” y como monumento a la valentía y los sacrificios del pueblo ruso. El proyecto inicial lo diseñó el arquitecto A.L. Witberg. La ceremonia de comienzo de las obras se celebró en un lugar de Vorobiovy Gory -en aquellos días a las afueras de Moscú- el día 12 de octubre de 1817, fecha del quinto aniversario de la salida de las fuerzas francesas de Moscú.

La Grande Armée francesa había iniciado la invasión de Rusia en junio de 1812. Alejandro I proclamó la Guerra Patriótica en defensa de la Madre Patria.
El 9 de mayo el emperador francés Napoleón Bonaparte decidió romper relaciones diplomáticas con Rusia, rechazando las proposiciones del zar respecto al Bloqueo Continental impuesto por Francia, roto por el imperio ruso a finales del año anterior. Bonaparte considera que Alejandro I ha incumplido los acuerdos de Erfurt firmados en 1810. Esta violación justifica para Napoleón una invasión del territorio ruso.
La victoria rusa sobre el ejército francés en 1812 significó el mayor obstáculo a la ambición de Napoleón por dominar Europa. La campaña rusa fue un vuelco en las Guerras Napoleónicas que finalmente significó la derrota y el exilio de Napoleón a la Isla de Elba. Para Rusia, el término Guerra Patriótica fue un símbolo que endureció su identidad nacional y tuvo gran impacto en el patriotismo ruso durante el siglo XIX. El resultado indirecto del movimiento patriótico ruso fue un fuerte deseo por la modernización del país que resultaría en una serie de revoluciones, comenzando por la Revuelta Decembrista y terminando en la Revolución Bolchevique de febrero de 1917.