Se tiene conocimiento de que los primeros botones eran utilizados desde la antig�edad, no con el sentido funcional con el que hoy los identificamos, sino a modo de joya, cosidos sobre la ropa o sobre otros accesorios.
Los primeros botones los encontramos en el valle del r�o Indo, y datan del 2000 a.C.
Por aquella �poca, y durante casi 3500 a�os, consist�an en conchas talladas y perforadas que se usaban como elemento ornamental. Otros pueblos, como los iberos, introdujeron los met�licos, y los griegos y romanos los empleaban para sujetar prendas, tambi�n en forma de broche.
Durante la Edad Media, y hasta el siglo XIX, se consideraba un objeto de lujo, pr�cticamente una alhaja, s�lo al alcance de los m�s acomodados.
1550. Antonio Moro. El pr�ncipe Felipe de Espa�a. Bilbao. Museo de Bellas Artes
Si la cantidad llamaba la atenci�n no menos lo hac�a la calidad. Las escrituras reales han dejado constancia de los gastos que los monarcas y cortesanos realizaban en el culto de la apariencia y, sobre los botones, abundan los datos. En 1520, Francisco I, rey de Francia, encarg� a sus joyeros 13.400 botones de oro para ser cosidos a un traje de terciopelo negro y su nieto Enrique III se mand� a hacer, en 1583, 18 docenas de grandes botones de plata con forma de calavera. Famoso por prestar especial atenci�n a su atuendo, Luis XIV, en 1684, pose�a 104 botones de diamantes y en ese mismo a�o hizo partir un diamante de 52 quilates para hacerse dos botones. Dos a�os despu�s, el joyero de la corte recibi� el encargo de confeccionar 48 botones y 90 presillas para un chaleco del rey y para ello emple� 816 piedras de color y 1.824 diamantes.
Durante la Edad Media, y hasta el siglo XIX, el bot�n se consideraba un objeto de lujo y para los campesinos era una cosa que no se lo pod�an permitir.
Ya en el siglo XIX, con la aparici�n de las m�quinas, los botones se empezaron a fabricar en serie y su uso se generaliz� entre ambos sexos, hasta llegar a nuestros d�as.
Ya que un bot�n era una prenda muy cara para un campesino lo que sol�an hacer era con una moneda de 1 maravedi de Isabel II un bot�n.
Se perforaba la moneda dos veces y ya serv�a como bot�n y aunque perd�an 1 maravedi era mucho m�s barato que comprar un bot�n.
Aqu� tenemos una bonita muestra de una moneda de 1 maravedi de 1842 ceca Segovia, perforado y preparado para servir como bot�n. Sol�a de ser de gente con pocos recursos.
Aqu� tenemos otra bonita muestra en este caso de a modo de broche sobre una moneda de 20 reales de 1858 ceca Madrid.
En este caso se podr�a decir que es de gente con much�simos mas recursos y de alta sociedad ya que una moneda con este valor significaba much�simo dinero de la �poca.
El d�a 29 de marzo de 1829 Fernando VII derog� el auto de 1713 referente a la sucesi�n, que exclu�a a la mujer de la l�nea de sucesi�n del trono.
Viudo de Do�a Mar�a Amalia de Sajonia se caso con Do�a Cristina, de quien naci� Isabel II, Princesa de Asturias.
Por el testamento de Fernando VII sucedi� en el trono su hija Isabel, bajo la Regencia y tutor�a de su madre, Do�a Mar�a Cristina.
Durante el reinado de Isabel II se acu�aron diferentes sistemas monetarios con diversos tipos de monedas.
Del mismo modo talleres y empresas privadas acu�aban con el busto de la reina diversos tipos de botones, bustos diferentes que representan las distintas edades de la Reina.
El bot�n civil suele llevar unas iniciales que nos dicen el nombre y apellidos del fabricante que suelen ser empresas privadas.
A continuaci�n veremos unos ejemplos de botones en los que la Reina Isabel II se ve representada en ellos en distintas etapa de su vida.
Isabel II representada en bot�n y en Moneda en los primeros a�os de su reinado.
Parte trasera con pasador para todos los botones.
Aunque muchos parecen iguales en el busto suelen tener variaciones en la leyenda, puntos y asteriscos.
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La ni�ez | La Juventud |
La madurez
Se suele decir que en estos tres bustos de las monedas que circulaban en su �poca est�n representados los bustos en los botones de Isabel II.
Fuente
MUSEO DE HISTORIA MILITAR DE CASTELL�N (CAT�LOGO DE LA COLECCI�N DE BOTONES )
Numisma, enero � diciembre 2004.