
Cuadro “Adoración de los Reyes”, El Greco, 1568. Museo Soumaya. México DF.
Baltasar es el nombre con que se ha identificado tradicionalmente a uno de los Reyes Magos. Sin embargo, los Reyes Magos que aparecen en la Biblia son identificados simplemente como “sabios de Oriente” sin un nombre específico, que permanecen anónimos durante todo el relato del Evangelio de San Mateo.
Se cree que este nombre proviene de Babilonia, del mencionado en los libros del profeta Daniel como rey Baltasar. Representa la juventud del hombre. Era el portador de la mirra.
Desde la alta Edad Media, las imágenes iconográficas del Rey Baltasar lo representan como una persona de raza negra.
La Ceca de Llantrisant ha acuñado 30.000 ejemplares de esta moneda de plata de 999 milésimas, calidad BU, con peso de 15’71 gr., diámetro de 27 mm. y canto estriado.

El anverso, diseñado por Jody Clark, cuyas siglas “JC” aparecen bajo el cuello de la imagen de Isabel II, capta una nueva efigie de la reina británica, una expresión amable y cálida que describe una monarquía moderna, integradora y respetuosa por una comunidad global. Rodea la imagen la leyenda “Elizabeth II Dei Gra Reg Fid Def” (Isabel II Reina por la Gracias de Dios Defensora de la Fe) y el valor nominal “20 Pounds” (20 Libras).

El reverso, obra de Gregory Cameron, muestra un detalle de la Adoración de los Reyes con un estilo muy propio, ya que la Vírgen María aparece con el Niño Jesús en su regazo sentada sobre un cojín en un trono, imagen no recogida en ninguna iconografía pictórica. Frente a ella tres figuras coronadas como reyes portando lo que se supone como oro, incienso y mirra. Sobre ellos una estrella. En semicírculo, a la derecha del campo la leyenda que parece una auténtica reiteración “The Nativity: Christmas” (La Natividad: Navidad). Finaliza con el año de emisión “20162. Las siglas del diseñador “GKC” aparecen en un lateral del trono.

En este detalle ampliado del reverso se muestran las figuras de los supuestos Reyes Magos, rodeados de una aureola de santidad que de ninguna manera se adapta a la iconografía universal de los sabios de Oriente. Así mismo, ninguna de las tres figuras se muestra en el grabado del reverso como de raza negra, imagen obligada desde la Edad Media en cualquier pintura, escultura, bajo relieve u obra artística universal.
No cabe duda que la libertad creativa del obispo anglicano ha sido total, reinventando los personajes de una escena del Nuevo Testamento, eliminando la centenaria figura de un rey Baltasar de raza negra. Por supuesto que no pretendemos tildar de racista al obispo anglicano. Simplemente llama la atención en estos tiempos anti apartheid que afortunadamente corren en nuestros días.
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